Descripción: Tras años de abandono, Amalia regresa para buscar a sus dos hijos para pasar en su compañía sus últimos meses de vida. ¿Serán capaces de perdonarla?
Personajes: Amalia, Gerardo, Cristina
PRIMER ACTO
Gerardo y Cristina, dos hermanos adultos, se encuentran en la sala de estar de su apartamento, cuando alguien toca a la puerta.
Cristina: ¿Esperas a alguien, hermano?
Gerardo: No, es domingo. (Se levanta de su sillón y va a abrir la puerta).
Quien ha tocado es una mujer madura, de cabellos grises y que va envuelta en un abrigo. Se la ve algo pálida.
Amalia: Hola Gerardo, hijo.
Gerardo: ¿Qué haces aquí?
Amalia: He venido a hablar con ustedes.
Gerardo: No tenemos nada de lo que hablar contigo, ni Cristina ni yo.
Cristina se pone de pie y va junto a su hermano.
Gerardo: Te fuiste hace muchos años y dejaste claro que no te importábamos, ¿no? No tienes nada que hacer aquí.
Amalia: Sé lo que le dije a tu padre, era muy joven y estaba confundida. Pero quisiera explicarles…
Cristina: Mamá, es mejor que te vayas.
Amalia agacha tristemente la cabeza. Luego, saca una tarjeta de su bolso.
Amalia: Entiendo. Si cambian de opinión, búsquenme en esta dirección por favor.
Se retira y cierran la puerta.
SEGUNDO ACTO
Cristina y Gerardo vuelven a encontrarse en la sala de estar, hablando seriamente.
Cristina: ¿Qué crees que quiera decirnos?
Gerardo: No me interesa.
Cristina: Tal vez sea importante-
Gerardo: Cristina, ¡esa mujer nos abandonó hace años! ¿Ya no te acuerdas?
Cristina: Sí, me acuerdo. Pero tampoco me olvidó de los buenos recuerdos que tuvimos con ella…
Las luces del escenario se desvanecen ocultando a la pareja de hermanos, para alumbrar a un niño y una niña que entran, corriendo y riendo. Son ellos de jóvenes.
Pequeña Cristina: ¡Mamá! ¡Mamá!
Amelia vuelve a entrar en escena, esta vez usando un vestido que la hace ver más joven y sin canas en el cabello.
Pequeño Gerardo: ¡Mira lo que hemos traído para ti, mamá! Son claveles rosas, los recogimos en el jardín.
Amelia: Muchas gracias, cariño.
Amelia se agacha para recoger las flores y abrazarlos a ambos.
Amelia: Ustedes son lo más importante para mí, lo saben, ¿verdad? Los amo a los dos. Más que a nada en esta vida.
Las luces del escenario se desvanecen por completo.
TERCER ACTO
Amelia se encuentra sola en una habitación de hotel, mirando una fotografía de sus hijos. Suspira con tristeza. Alguien toca a la puerta. Son Gerardo y Cristina.
Cristina: Queremos escuchar lo que tienes que decirnos, mamá.
Amelia: Antes que nada, sé que nada de lo que diga será suficiente para que me perdonen por irme como me fui. Los abandoné cuando más me necesitaban y me siento arrepentida por eso. Ojalá pudieran perdonarme algún día.
Gerardo (frustrado): Mamá, solo dinos que quieres de nosotros.
Amalia suspira.
Amalia: Mi médico me detectó cáncer el año pasado. He estado en tratamiento por meses, pero no ha dado los resultados esperados. Dice que solo me quedan algunas semanas de vida.
Cristina y Gerardo se miran con sorpresa.
Amalia: Me siento sola y antes de marcharme, me gustaría estar cerca de ustedes… si me dan la oportunidad.
Sus hijos la abrazan.
FIN
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