Descripción: Una holgazana comadreja llega a un granero para alimentarse con todo lo que hay a su paso, ¿logrará salirse con la suya o recibirá una lección?
Personajes: Ratita, Comadreja
PRIMER ACTO
Se abre el telón y aparece en escena una ratita, vestida con un delantal y barriendo el piso incansablemente. De pronto mira hacia el público y sonríe.
Ratita: Oh, ¡hola amiguitos! Qué sorpresa verlos por aquí. Estoy limpiando mi casa porque espero visitas, Hoy viene mi amiga la comadreja, a la que no veo desde hace mucho tiempo.
Fuera de escena, se escuchan unos ruidos y la ratita se sobresalta.
Ratita: ¡Debe ser ella! ¿Comadreja, eres tú?
Entra en escena, por un agujero en la pared, una comadreja delgada y larguirucha.
Comadreja: Soy yo, amiga. ¡Qué guapa que estás!
Ratita: ¡Y tú que delgada!
Comadreja: Es que últimamente no he comido muy bien, ¿sabes?
Ratita: Bueno, descuida. Vivimos justo detrás de un granero, ¡y aquí hay mucho que comer!
Ambas se abrazan, sonriendo.
SEGUNDO ACTO
En un rincón de la casa, la comadreja se encuentra comiendo sin control. Hay una mesa frente a ella llena de granos, frutas y pasteles, que ella se zampa golosamente.
Ratita: ¡Wow! Despacio, amiga. Sé que me dijiste que no habías comido mucho, pero no creo que debas atragantarte con todo eso, ¿sabes?
Comadreja (hablando con la boca llena): ¡Déjame disfrutar! Que hace mucho que no probaba cosas tan buenas.
Ratita: Vale, ¿quieres salir a caminar un poco? Para que se te baje la comida.
Comadreja: No tengo ganas.
Ratita: ¿Y si me ayudas a limpiar? Mira que la casa está muy desordenada desde que llegaste.
Comadreja: Oh sí, claro… en un rato te ayudo, ¿sí? Recuerda que soy tu invitada y debo descansar después de tan largo viaje.
La ratita refunfuña y se va a sacudir mientras su amiga sigue comiendo.
TERCER ACTO
La comadreja está lista para marcharse de nuevo, excepto que ahora se ve sumamente gorda.
Comadreja: Bueno amiga, mil gracias por recibirme en tu casa, amiga. Me la he pasado muy bien.
Ratita: ¡Pero si todo el tiempo te la pasaste comiendo!
Comadreja: ¡Y qué sabroso estaba todo! Bueno, me voy. (Trata de salir por el agujero, pero le cuesta trabajo por su nuevo tamaño). ¡Uy, parece que la salida se encogió!
Ratita: Más bien parece que tú te agrandaste, ¿no crees?
Comadreja: Tonterías, solo tengo que pasar por este lado y… ay… (la comadreja se queda atorada con el trasero hacia el público). ¡Ay, que me he atorado! ¡Ayúdame, amiga!
La ratita corre a tratarla de empujar, en vano.
Ratita: ¡Diablos! Te quedaste atascada, eso te pasa por comer tanto. Voy a tener que traer una palanca.
Comadreja: ¡¿Qué?!
Ratita (dirigiéndose al público): ¿Ya ven, amiguitos? Por ser tan glotona, mi amiga no puede salir. Parece que la vamos a tener que empujar para que pueda irse a su casa.
Comadreja: ¡Ay no!
Ratita (tomando una palanca): Por eso, acuérdense siempre de que hay que cuidarnos mucho de lo que comemos. ¡Hasta la otra! (Comienza a usar la palanca para desatorar a su amiga).
Se cierra el telón, no sin antes escuchar un grito de dolor de la comadreja.
FIN
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