Descripción: Después de pagar por un grave delito en la cárcel, Luis sale decidido a recuperar la relación con su hijo. ¿Será él capaz de perdonarlo?
Personajes: Luis, Paulo, Doña Paquita, Policías, Administrador
PRIMER ACTO
El telón se abre mostrándonos en el escenario, una oficina policíaca. Dos oficiales traen con ellos a Luis, un hombre decaído y vestido de reo. Hay un administrador tras un mostrador, que coloca unos papeles sobre este.
Administrador: Habiendo cumplido la condena, es usted un hombre libre. Firme aquí, Luis Vázquez.
Luis firma con mano temblorosa y el administrador coloca un sello en el documento.
Luis: Se le harán entrega de sus ropas y las cosas con las que llegó a la penitenciaría.
Coloca en el mostrador un fardo de ropas y otros objetos personales.
Administrador: Apresúrese a cambiarse y podrá irse.
Luis desaparece tras una puerta y luego sale vestido de civil. Llega entonces a recibirlo Doña Paquita, su tía.
Doña Paquita (abrazándolo): ¡Luis, finalmente eres libre!
Luis: Vamos a casa tía, que tengo muchas cosas que contarle. Pero primero, quiero buscar a mi hijo.
Los dos salen de la prisión.
SEGUNDO ACTO
La escena cambia para mostrar un apartamento bastante modesto. Allí está Paulo, trabajando en unos bocetos de arquitectura. El timbre suena y él acude a la puerta.
Luis y Doña Paquita aparecen tras el umbral.
Luis: Hola Paulo, cuanto tiempo, hijo.
Paulo (enojado): ¿Qué haces aquí?
Luis: Me han liberado. Hijo, tenemos que hablar.
Paulo: Yo no tengo nada que hablar con un delincuente.
Doña Paquita: Paulo hijo, por favor.
Luis: Sé que estás molesto conmigo y tienes todo el derecho. Pero déjame explicarte…
Paulo: ¿Explicarme qué? ¿Explicarme por qué le robaste a esas personas que tanto te habían ayudado? ¡Les quitaste todo lo que tenían! Se me cae la cara de vergüenza cada vez que pienso en ti.
Luis: Estaba muy desesperado, hijo. Necesitaba dinero para mantenerte…
Paulo: ¡Y en lugar de eso me dejaste solo! Todos esos años que estuviste en la cárcel, tuve que crecer sin padre y sin madre. No te puedo perdonar.
Luis baja la cabeza.
Luis: Entiendo… no te molestaré más. Pero si alguna vez quieres hablar conmigo, sabes donde encontrarme.
TERCER ACTO
En escena ahora está el apartamento de Doña Paquita. Luis está tendido en el sofá, muy demacrado. Paquita se acerca a él con un té.
Doña Paquita: Tómate esto, hijo. Te va a hacer bien.
Luis: ¿Ya que caso tiene, tía? Desperdicié mi vida y mi hijo ni siquiera quiere saber de mí.
Doña Paquita: No digas eso, él te perdonará.
Tocan a la puerta. La mujer se para a abrir y allí está Paulo.
Paulo: Quiero hablar con él.
Doña Paquita: ¿Lo ves, Luis? Te dije que él vendría.
Paulo: ¿Qué le pasa?
Luis: Estoy muy enfermo, hijo. Tengo un cáncer terminal en el estómago y no me queda mucho tiempo. A lo sumo unas semanas.
Paulo: No… eso no puede ser, no sabía eso.
Luis: No debes preocuparte por mí, hijo. Solo quería hablar contigo, arreglar las cosas para irme en paz. No sabes cuanta falta me has hecho.
Paulo: Papá. (Se acerca a él y lo abraza)
Luis: Tenemos mucho de lo que hablar.
FIN
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