Hello Kitty es uno de los personajes más icónicos alrededor del mundo, a tal grado que ha llegado decorar millones de productos como ordenadores, bolsos, ropa, juguetes, joyas y más, e incluso protagonizó su propia serie animada. La mayoría de las personas se siente fascinada por el lindo aspecto de esta tierna gatita japonesa, pero existe una leyenda urbana que afirma que, detrás de toda su dulzura y encanto, se oculta un secreto oscuro y perturbador.
Corría la década de los setenta cuando Sanrio, una prestigiosa compañía de Japón, contrató a la diseñadora Yuko Shimizu para diseñar una mascota que los representara. De acuerdo con la historia, Shimizu era una mujer extremadamente pobre y al borde de la tragedia. Su hija pequeña padecía un extraño cáncer en la boca, que la tenía en fase terminal.
Desesperada por no contar con los recursos para sanarla, Shimizu decidió hacer un pacto con el diablo para que la niña recuperara la salud. A cambio, el maligno le propuso diseñar un personaje en homenaje a él, capaz de atraer a millones de personas. Cada vez que alguien comprara un artículo con dicho personaje, le estaría haciendo una ofrenda al Señor de las Tinieblas y este expandiría sus dominios por el mundo, sin que nadie lo sospechara. En ese momento, Shimizu obtuvo la inspiración para dibujar algo que el mundo sería incapaz de olvidar.
Así fue como nació Hello Kitty.
Esta felina se caracteriza por tener un diseño simple pero adorable, y lo que más destaca de su cara es que no tiene boca. Se dice que Shimizu la dibujó así a propósito, con el propósito de no olvidar la enfermedad de su hija.
Si bien Hello Kitty acumuló una gran popularidad desde su primera aparición en Sanrio, por alguna razón, Yuko Shimizu fue reemplazada por Yuko Yamaguchi como diseñadora oficial de la gatita.
De Shimizu no se sabe mucho más, excepto que duró únicamente un año como la creadora exclusiva del personaje. A día de hoy es muy escasa la información que se tiene acerca de ella, lo cual incrementa el misterio en torno a la pequeña Kitty.
Yamaguchi, consciente de la leyenda urbana que ronda desde hace años, se propuso explicar el porque de su diseño sin boca durante una entrevista en el 2008:
“Es para que cualquiera que la mire sea capaz de proyectar sus sentimientos en ella. Kitty se ve feliz cuando los demás son felices y se ve triste cuando ellos se sienten tristes. Por este motivo psicológico creímos que no debería estar ligada a una emoción y es por eso que no tiene boca”.
En la actualidad Hello Kitty continua siendo una de las marcas más prestigiosas del mundo, con ganancias anuales que superar los 200 millones de euros. A pesar de que su diseñadora se ha dedicado a desmentir los rumores que vinculan al personaje con cultos satánicos, todavía hay quienes se preguntan como pudo una gatita tan simple volverse tan famosa y si de verdad su inexpresivo rostro no estará ocultando algo maligno.
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