Personajes
Andrea: Joven adolescente que se preparar para irse al exterior, a la universidad, estando lejos de su madre y afrontando los cambios que se sobrevienen.
Helena: Mamá de Andrea, siendo una madre nerviosa y preocupada por el futuro solitario que llevará su hija durante el tiempo de estudio.
En el terminal de autobuses de un lejano pueblo, se visualizan muchos carteles que describen los destinos de todos los autobuses y uno grande central, donde se hace referencia a la ubicación como “Terminal de Autobuses”. En este, Andrea se prepara para embarcar el autobús que la llevará tanto a su nuevo destino, como a su nuevo proyecto de vida.
-Madre e hija, se despiden dentro de este sitio de salida de autobuses.
–Helena: Hija, ¿estás segura de que tienes todo a la mano? ¿Tu identificación y tu móvil?
-Andrea: Claro mamá, ya lo he verificado.
-Helena: ¿Y los mapas que necesitas, los libros?
–Andrea: Todo mamá, no tienes de qué preocuparte, lo que si se me queda es las ganas de estar junto a ti. Te extrañaré.
–Helena: (ocultando su nostalgia) Se trata solo de un tiempo hija, después todo será muy bien y estaremos juntas. Embarca el autobús.
(Abrazos)
–Andrea: Sabes cuánto te amo, Madre.
–Helena: Si hija, tanto o igual que yo a ti.
Al llegar al destino para su nueva vida, se da cuenta que todo es diferente, desde las calles hasta los supermercados, los estilos de gente, la amabilidad… nada era similar a su pueblo. En una buena cantidad de días dentro de la universidad, Andrea llama desconsoladamente a su madre.
–Andrea: ¿Hola, mamá?
–Helena: Si hija, dime, ¿qué tienes? ¿qué te ha pasado?
–Andrea: No es nada de lo que imaginé, pensé que todo estaría bien a pesar de cambiar de ciudad, pero no. Ya he reprobado mi primer examen y lo peor es que estuve preparándome por varios días. ¡No lo soportaré si sucede nuevamente!
–Helena: Tranquila hija, recuerda que el éxito da la vuelta a las dificultades y a pesar de que al principio todo parezca ir mal, pronto verás las recompensas de haber hecho este sacrificio de alejarte de tus orígenes y prepararte con muchos cambios de por medio. Solo debes esforzarte un poco más.
–Andrea: seguramente, estoy estudiando lo que no es para mí. No sabes cuánto te necesito, cuánta falta me haces. ¡Quiero regresar!
–Helena: Si, entiendo hija mía. Pero lo que yo necesito es que aprendas a vivir con los cambios, que aprendas que todo tiene su resultado después de hacer un esfuerzo y que por ahora, lo único que debes hacer es centrarte en estudiar.
–Andrea: No es nada parecido a lo que imaginé.
–Helena: Es verdad que todo al principio resulta cuesta arriba, pero solo requerirás de un poco de motivación para hacer que las experiencias se conviertan en resultados productivos que durarán toda la vida, incluso más que el tiempo que puedas extrañarme.
Esas fueron las palabras que Andrea día a día tomaba como reflexión para poder seguir adelante y conseguir lo que con sacrificio se le dio, su título profesional y más amor hacia su madre a pesar de la distancia y de los cambios que vivió al alejarse en un principio de ella.