Una mamá llamaba a su hijo, Benjamin, para que bajara a cenar. Subió y lo encontró tirado, con espuma en la boca. La música de su videojuego emitía un aura perturbadora.
Donaron sus juguetes y regalaron su consola a su amigo, quien puso el juego y se percató de que antes de morir, Benjamin había desbloqueado el personaje TAILS DOLL.
Pero vayamos más atrás, cuando ni siquiera existían las consolas. Las autoridades encontraron a unas personas asesinadas cruelmente dentro de un callejón.
Unos días después hubo otro asesinato que conmocionó a los policías. Se trataba varias personas; a una le faltaban los ojos, a otra los dedos y a otra las costillas, que yacían tiradas a un lado de su cuerpo. No lo podían creer.
El siguiente asesinato fue de cinco personas, encontraron un rastro de sangre que los llevó hasta el cementerio, sin embargo no era ahí donde terminaba. Un periodista acompañaba a los periodistas. Iban siguiendo el rastro cuando, de repente, le estaba sangrando el cuello a uno de los oficiales. Su compañero lo trataba de ayudar y el periodista, sin dudarlo, sacó una foto.
La imagen mostraba a un oso naranja con una sonrisa desquiciada, ojos rojos y un hacha en la mano derecha.
Mucha gente pensó que era un ente del diablo. Le rezaban a Dios noche y día, y a la hora de la comida. El oso maldito, (como lo llamaban), entró a la iglesia, donde fue exorcizado por un sacerdote.
Pasaron los años, pensaban que nunca volvería, pero aquí es cuando regresamos al comienzo de este cuento. SEGA lanzó una consola con el juego SONIC.R. Una mamá se la compró a su hijo. Tiempo después, lo llamaba para cenar y subía a su habitación, preocupada tras verlo por horas jugando a un juego, llamado SONIC.R.
Lo encontró tirado, con espuma en la boca. Muerto. La música de su videojuego emitía un aura perturbadora.
Donaron todos sus juguetes, que no usaba nunca por jugar a ese juego mas el no los quería regalar. Le regalaron el juego a su mejor amigo, Carlos. Cuando él empezó a jugar, vio que Benjamin antes de morir había desbloqueado a TAILS DOLL.
Días después hubo otro asesinato y encontraron un escalofriante mensaje en la pared:
HOLA ME DERROTARON UNA VEZ,AHORA NO TENGO CUERPO PERO NO IMPORTA PORQUE SOY TAILS DOLL.

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