Cuento enviado por:Emmanuel Vega
Mi nombre es Rodrigo y escribo esto para que las generaciones futuras sepan que pasó con los que estuvieron antes y cómo es que encontramos nuestro fin antes era un tipo normal y ahora luchó por sobrevivir contra unos seres salidos del mismo infierno pero ahora les contaré cómo comenzó esta tortura…
No hace mucho fue que comenzó esta pesadilla, yo tenía una vida normal, ni mucho dinero pero tampoco estaba en la ruina y mi modo de vida no era ni bueno ni malo supongo que estaba en el rango de gente promedió aún así yo estaba conforme con lo que tenía, ir a trabajar al restaurante donde era chef y luego llegar a casa así era mi día con día y como dije, me gustaba pero una noche todo cambió de manera súbita e inesperada cuando al ver las noticias los servicios de emergencia dieron un comunicado en el que avisaban a la comunidad que esa noche podía darse un temblor que ellos decían sería no muy fuerte y pasaría rápido y como hubiese que enserio lo que se avecinaba hubiera sido así de ligero y rápido pero no, luego del comunicado tomé las medidas necesarias y junte todo lo que podía para ir al sótano de mi casa a resguardarme ya que de joven había ido a una escuela militar sabía una que otra artimaña en casos de emergencia y como sabía que tras algunos desastres los delincuentes aprovechando la situación entraba a las casas me arme con una navaja y mi compañero desde la escuela, un revolver, que atesoraba con gran cariño por haber sido regalo de uno de mis oficiales quién fue como un hermano mayor y de quién aprendí cada truco y técnica que estaba poniendo en práctica.
Armado con comida y ropa además de unas cobijas bajé al sótano y me instalé esperando a que aquello ocurriera para salir y ayudar en lo que pudiera, no supe que tanto estuve en ese lugar pero caí dormido hasta que unos gritos que indicaban terror puro y desmedido me despertaron y al hacerlo me sorprendió la fuerza con la que el temblor debió haber azotado la ciudad pues escuchaba como afuera la gente se llenaba de angustia así que con el miedo de no estar seguro ahí atrincherado decidí salir lo antes posible y así lo hice y observé que era el mismísimo infierno que había subido a la tierra pues todo estaba destrozado, las casas solo eran una pila de escombros en el suelo y los edificios ya estaban la mitad por los suelos además de varias grietas en el suelo, no me sorprendió ya que había oído que bajo la ciudad había un sistema de cavernas subterráneas que no habían podido explorar más que superficialmente ya que varios de los investigadores no habían vuelto en varias ocasiones y se sospechaba de derrumbes o tal vez mantos acuíferos de gran fuerza pero volviendo al tema del temblor todo era un caos había ya muchos cuerpos en el suelo y todos corrían descontrolados así que me acerqué a un grupo de personas y traté de conversar pero algunos estaban en shock y los que no solo murmuraban cosas que casi no comprendía hasta que uno de ellos puso una cara de haber visto a la misma muerte y con un gritó que asustó a todos señaló a una de las grietas que había en el suelo y pronto descubrimos la causa de su espanto, una serie de manos aparecían desde la oscuridad y yo con algo de esperanza creí que eran personas que habían sobrevivido de alguna forma y trataban de salir de nuevo a la superficie pero no.
Lo único que salió de aquel abismo fueron unos cuerpos de que inmediato comenzaron a lanzarse sobre las personas que corrían y sobre los cadáveres en el suelo y los devoraban rápidamente, éstos seres infraterrestres no eran más que unos cuerpos flacos y con ojos carentes de vida pues eran ciegos de estar tanto tiempo bajo tierra y emanaban un olor fétido que inundaba el aire así que rápidamente voltee hacia la gente con la que me econtraba y traté de sacarlos del estado de shock en el que estaban pero con algunos fue inútil pues estaban demasiado aterrados y los que reaccionaron se levantaron y corrieron junto conmigo hacia mi antiguo refugió pues estaba cerca de ahí y mientras corriamos escuchábamos como esas cosas se lanzaban y mataban a los que habíamos dejado y sintiendo un enorme pesar nos alejamos de ese infierno pero ya estando cerca de llegar esas cosas nos cerraron el paso así que desenfunde mi arma y la apunte contra ellos pero ya había oscurecido y mi vista era imprecisa además de que ellos eran ágiles hasta que uno de los qué me acompañaban sacó una pequeña linterna y alumbró un poco delante de nosotros y que por causalidad el haz de luz dio directo al rostro de una de las criaturas la cuál reaccionó como si se quemara y eso asustó a los demás alejándose de nosotros con lo cuál pudimos llegar al sótano que haría de nuestro refugió y bloqueamos la entrada tratando de ignorar los aterrados gritos de la gente afuera que duraron un buen tiempo hasta que se detuvieron y al investigar la causa supimos que estaba amaneciendo lo cuál confirmo la sospecha de esas cosas no soportaban el sol o la luz en general así que nos organizamos y salimos a buscar más comida y armas pero algunos no regresaron al atardecer como habíamos acordado y notamos que esas cosas se ocultaban en los edificios destruidos o lugares donde estuviese oscuro lo cuál incrementaba el riesgo al salir a buscar comida o armas y así han pasado varios días en los que hemos sobrevivido apenas de los «devoradores» como les llamamos pues varios han caído en sus garras y han muerto, de los 15 supervivientes que eramos ahora sólo somos 7, 3 mujeres y 4 hombres por lo que somos más cuidadosos pero hace poco en una de las rondas damos a la ciudad vimos una armería de la policía y es justo lo que necesitamos porque las balas se agotan con cada enfrentamiento con los devoradores pero no se si entrar ya que esta oscuro y ahora se que la oscuridad no es mala pero si lo que se oculta en ella…
Continuará.
Usa más signos , Es difícil leer la historia sin comas ni puntos