Adiós Rosmery

Rosmery era una niña muy tierna que vivía con sus padres y una hermana mayor. Ella era una niña que era muy maltratada por todos. Una navidad, ella recibió un regalo que cambiaría su vida: una muñeca grande que casi era de su tamaño —Rosmery tenía 5 años—. Rosmery andaba súper feliz y muy encariñada con su muñeca. La llevaba consigo todo el día a donde quiera que fuera. Un día, después del almuerzo, ella salió a jugar con su muñeca en el parque y en eso se apareció un muchacho un poco más grande que ella y le dijo que se vaya porque él iba a jugar en ese lugar con sus amigos. Se lo dijo tan feo que Rosmery se puso a llorar y se fue a su casa triste.

Al día siguiente, después del desayuno, se escucharon las sirenas de la ambulancia que se llevaba el cadáver del muchacho que le había gritado a Rosmery el día anterior. Todos quedaron asombrados. Ese mismo día, su hermana mayor le gritó a Rosmery porque había estado jugando con su maquillaje. Entonces Rosmery se puso a llorar de nuevo. Al día siguiente todos encontraron a la hermana, muerta en el baño.

Poco tiempo después, Rosmery se enteró que su mamá tendría un bebé. Los padres felices, le dijeron a la niña que tendría un hermanito y que ya no estaría sola. Rosmery se quedó callada pero en la noche no dejaba de llorar porque sabía que ahora ella ya no sería la menor de las hijas. Al día siguiente Rosmery se levantó y se dio con la sorpresa de que el desayuno no estaba servido —era raro porque su mamá siempre se levantaba temprano para hacer los quehaceres del hogar—. Entonces fue al cuarto de sus padres y los encontró en un charco de sangre.

La niña se había quedado sola. Un año después, la niña había heredado todo el dinero y las propiedades de sus padres. Entonces la niña agarró a su muñeca y le dijo con una voz maliciosa y burlona: —Adiós Rosmery—. La niña (demonio) agarró a la muñeca (Rosmery) y la incineró en el horno de la cocina.

Y así Rosmery terminó incinerada en el cuerpo de la muñeca que le habían regalado sus padres con tanto amor. Se dice que la muñeca hizo el cambio de cuerpo el mismo día en que Rosmery abrió el regalo.

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