Cuento enviado por Felipe Millache (fan del blog)
Mucho he escuchado por medio de campesinos la leyenda del cedro, tiempo atrás cuando viajaba por pueblos y aldeas, a pie solo en compañía de mi pequeño maletín. Al llegar a unos de estos pueblos, unos ancianos sentados sobre unas viejas sillas mecedoras y fumando unas pipas que evocaban un humo que acompañaba sus viejos relatos. Me invitaron a formar parte de la conversación.
En ella contaban historias sobre sus vidas y sus pasadas experiencias. Uno de aquellos ancianos cuyo nombre no viene al caso pronunciar, con una voz de pronto temblorosa como si un recuerdo le perturbara, comenzó su relato:
-En ese entonces yo tenía unos veinte años, en el pueblo todos hablaban de fantasmas y apariciones, a mí no me importaba esos asuntos, para mí solo eran supersticiones de gente ociosa.
Una noche iba con mi carreta y mis mansos caballos, con destino a una aldea cercana a este pueblo, una espesa neblina acompañaba la tranquila noche de luna llena, de pronto vi en el camino una mujer que me hizo detener la carreta, su voz sonaba triste y sollozante, me pregunta si había visto a su pequeño hijo que se le había extraviado, yo le contesté:
– No buena mujer, no he visto a su hijo, pero puedo llevarla a la aldea, suba le dije.
Entonces la mujer subió a mi lado, marchando, la mujer no decía palabra alguna, yo buscando conversación le pregunte donde vivía, ella me respondió que era de una pequeña cabaña donde vivía con su madre y su hijo. Quise preguntarle sobre su hijo, de pronto pasamos por el camino, del cedro,
-¿Ha visto usted un árbol tan viejo? Le pregunté.
-Cuando estuve viva nunca-, contestó, en ese instante un escalofrío recorrió mi espalda . Los caballos empezaron a asustarse, y dar estrepitosos saltos , le dije a la mujer que se sujetara fuerte , pero voltee a verla y no estaba, los caballos corrían aterrados , mientras yo no comprendía que estaba sucediendo ,en una accidental maniobra me caí del carro , en el suelo levanté la cabeza , un espectro aparecía entre la neblina y la luna llena tenia forma humana, no podía ver su rostro , parecía llevar una manta sobre su cabeza , sus ojos alumbraban como fuego infernal . yo como pude Salí corriendo dando gritos de terror hasta llegar a la aldea, allí caí desmayado ya no me acuerdo más.
-¡Oye hombre! ¿Pretendes que el muchacho te crea esa loca historia? Le dijeron los demás ancianos. – eso solo es una leyenda afirmaron.
– Muy bien amigos ya es tarde, me tengo que ir, les dije agradecido por la conversación, ¿conocen a alguien que me pueda llevar a la aldea? Pregunté, el anciano del relato me dijo: ¿Vas para allá? Pues cuídate.
Unos de los pueblerinos me hizo el favor de llevarme, ya había oscurecido y la noche estaba en calma, una espesa neblina acompañaba esa noche de luna llena, de pronto se detuvo la carreta, miré y la luna estaba clara, claramente se alzaba un cedro al lado del camino y escuché una voz de una mujer que preguntaba: disculpe ¿Usted ha visto a mi hijo? Se me ha extraviado.
Esta muy linda tú historía♡.
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