Cuento enviado por Christian Viveros (fan del blog)
Las quintas, término que se les da a casas campestres donde su uso es descansar de lo cotidiano por la ciudad, respirar aire puro, escuchar finos sonidos de la naturaleza, ubicados en lejanos lugares fuera de la población; son de uso personal (es decir pertenecen a un único dueño), estos lugares son custodiados por familias pequeñas llamados mayordomo, los cuales su trabajo es cuidar y hacer los quehaceres del lugar en general para tener todo impecable, limpio, de buena vista. Las quintas solo son de uso exclusivo de los dueños ya que todas sus comodidades son usados por los dueños y solo para ellos, los mayordomos tienen su hogar unos metros de la casa principal dentro del mismo terreno y ahí conviven con su familia (si tienen) y hacen los trabajos sin preocuparse de dejar la quinta sola. Pero la casa grande permanece sola día y noche haciendo que entes y espíritus se posen ahí o simplemente detrás de los dueños haya cosas extrañas que hagan que todo lo que posean sea afectado de forma negativa.
Pues bien estos son mis relatos.
Somos una familia numerosa compuesta por mi padre, mi madre, mis tres hermanos y yo el segundo, cuidando y viviendo en una quinta llamada el “chalet azul”, un lugar de extenso terreno con árboles frutales deliciosos como zapotes, guayabas, mandarinas, naranjas. El césped verde puro y muy corto ya que es costumbre podarlo una vez por semana, piscina azul como el azul del cielo despejado en un día soleado y acompañándola una cascada artificial que en su momento da una hoja de transparencia al caer, y en las noches las luces al fondo iluminando todo el lugar como el arcoíris haciendo que sea un sueño estar ahí.
Cuentan mis padres que cuando era muy pequeño mi madre hacia los quehaceres de la casa, mi padre cortaba el césped en la parte más lejana de la quinta y mi hermano mayor estaba en la escuela (en aquel entonces solo éramos los dos), yo a la edad de dos años solo pensaban estar al lado de mis padres así que corrí a encontrar a mi padre y desaparecí de la vista de mi madre por un momento haciendo que ella se asustara de inmediato y saliera en mi búsqueda llegando primero donde mi padre y preguntando por mí y si me había visto llegar ya que seguramente había salido a ir donde él estaba, el con el rostro de preocupado y extrañado dice que yo no he aparecido por los alrededores, así que entre los dos se ponen de inmediato a buscarme por todo el lugar llegando así a la piscina y viendo mi cuerpo flotar en el agua boca abajo se echan de inmediato al agua a extraer mi cuerpo frio e inerte corriendo a casa quitando la ropa mojada y quedando en completo desnudo y sin mostrar signos de vida por completo intentan con desesperación primeros auxilios oprimiendo mi pecho repetidamente, dándome respiración boca a boca pero aún no se daba a conocer ningún resultado, haciendo que se aumentara la desesperación y repitiendo el proceso una y otra vez no podían dar a por hecho que su pequeño retoño pereciera, de pronto un leve golpe en su pecho con la mano envuelta en puño hace que reaccionara y vomitara el agua que estaba en sus pulmones y el silencio se convirtió en llanto y en medio del llanto solo se escuchaba que una mujer lo hizo pero ambos padres preocupados por escuchar eso solo piensan en ayudarme así que toman una cobija de lana y me envuelven para recuperar calor mientras tanto mi padre saca un vehículo y de inmediato se ponen en marcha camino al hospital donde quedaba a diez minutos del lugar. Luego de llegar al lugar fui atendido de inmediato estabilizando mi condición, un médico se acerca a ambos padres a preguntar lo sucedido y como fue la causa de tal circunstancia para aquel niño, contando todo el medico puso su rostro de saber que el riesgo que corrió por dicho golpe en su pecho fue lo que le salvo la vida y que si hubiera corrido al hospital en el estado en el que estaba no hubiera podido correr suerte de estar aquí y contando esto. Pero ahí no termina todo al contrario apenas empezaba mi madre que fue la que escucho haber mencionado a una mujer me pregunta que fue lo que paso y con pocas palabras y más de un niño de tan corta edad dijo que corría hacia papa cuando algo en el agua me llamo la atención y acercándome me senté en una de sus orillas y detrás de mí una mujer como una abuela que se reflejaba en el agua me empuja al agua sin saber nadar y desesperado se queda todo en blanco hasta el momento en el que ya estaba en el hospital, o eso fue lo que mama me dijo.
Paso el tiempo, los años, yo crecí y a su paso olvide todo ese accidente, llegaron nuevos miembros a la familia, el mayor de todos termino la escuela y se fue a seguir sus sueños y yo atrás también con una ambición igual aunque me faltaban dos años más en la escuela para luego salir al mundo, vivíamos en el mismo lugar y los dueños se encariñaban con los pequeños y daban consejos a los que teníamos edad para pensar en y razonar por sí mismos, los dueños tenías dos hijos casi de la edad de nosotros los dos mayores que estábamos en la casa, con ellos jugábamos video juegos, futbol, reíamos en las noches cuando hacíamos fogatas, y contábamos muchas historias de terror ya que como a mi ellos las gozaban y no parábamos de contar, malo es que su estancia era muy corta y tardaban mucho tiempo en volver, talvez era por sus trabajos que los hacían distanciarse de su chalet de descanso.
Las pocas veces que entrabamos en la casa era para ayudar a mama con los quehaceres de la casa o cuando los chichos nos invitaban para subir al ático a contar historias, de resto se era prohibido entrar en la casa, pensábamos que los dueños eran muy estrictos y no les gustaba que nadie tocara nada, así que no nos importaba, la casa tenía dos plantas y un ático que si lo miras bien da un poco de miedo en la primera planta habían dos cuarto y dos baños, un comedor, la cocina dos puertas de salida, y las escaleras que conducían a la segunda planta estaban ubicadas en el centro de la casa, al subir los escalones estaban hechos de madera y los pisos igual, tenían una sala un poco más pequeña que la primera planta, un balcón con una muy buena vista y dos habitaciones más donde creo que eran las habitaciones principales pero todo echo en madera, a un lado se encontraba las escaleras que conducían al ático.
Era la tarde de un viernes cuando de sorpresa mi hermano mayor había llegado sin avisar y con él un amigo que había conocido y llevado bien, todos nos sorprendimos y les dimos una gran bienvenida, sabíamos muy poco de él ya que sus estudios hacían que se distanciara un poco de la familia y viviendo en la ciudad aún más, hablamos un poco de todo, la vida en la escuela y en casa, el hacía lo mismo compartía un poco de sus historias sobre la Universidad y como era ese mundo, el motivo de porque vino de visita era porque extrañaba a la familia y aún más la vida tranquila su amigo que había venido con el acepto ya que todo el tiempo hablaba de la casa y eso hizo que le diera la curiosidad de ver dicho lugar y al parecer todo lo que decía era cierto porque en su rostro se notaba la satisfacción de que lo que escucho era totalmente cierto y hasta más, mientras mi hermano hablaba con papa y nosotros mama hablaba con aquel joven haciendo las típicas preguntas que hace una madre cuando conoce a un amigo de sus hijos, mama llama a mi hermano y le dice que tendrán que dormir en la casa de los dueños porque mas no hay donde ponerlos, a lo que él responde que no hay problema, yo los escucho y de inmediato intervengo y pido que me dejen dormir también ahí y luego de varias suplicas aceptan pero con la condición que si entrar en la casa irán directamente a la habitación porque no se puede mover ni tocar nada del interior ya que se supone que hay una orden sobre la casa, aceptamos la condición y de inmediato me aliste y salga detrás de ellos.
Al entrar en la casa todo es tranquilo, sereno y oscuro, nada del otro mundo, como lo prometimos entramos en la habitación donde es un poco grande pero al amigo de mi hermano le gustaba tener privacidad y dormir solo, así que entro en la habitación de enfrente para acomodarse y regresar a divertirse con nosotros, entre risas y comentarios que hacían sobre compañeros(as) reían y el tiempo pasaba, los comentarios que hacía de la casa siempre eran positivos y estaba impaciente para que amaneciera para disfrutar de la piscina, luego de mucho disfrutar llego la hora de dormir se despido de nosotros y entro en la habitación donde se había acomodado, nosotros también acomodamos el espacio y nos acostamos pero no podíamos dormir solo hablábamos, en ese momento siente la necesidad de ir al baño, así que sale del cuarto y a la vuelta el baño disponible, entra y demora un poco mientras que yo intento dormir, al salir apaga la luz da tres pasos y se escucha un ruido que venía de arriba pero no era un ruido común si no como si un animal con pesuñas estuviese caminando por el piso de madera, los pasos terminaban en la escalera y mi hermano mirando hacia arriba por un largo tiempo no lo duda más y con un grito llama a ver si hay alguien arriba, cuando ríe y dice – papa no eres gracioso – pero no daban respuesta de nada así que el da la espalda avanza un poco y se escucha el correr de animal llegando a una de las habitaciones y tirando la puerta, mi hermano en alerta corre y cierra la del cuarto y mirándome extrañado piensa que es una muy mala broma y el silencio abrazo la casa. Con esto no pudimos abrir la puerta si no que nos quedamos en cama y esperamos a que saliera el sol.
En la mañana tocamos a la puerta de nuestro invitado y al abrirla él estaba listo para salir, y de inmediato la pregunta sobre el extraño sonido que provenía de arriba algo que el responde que no sabe nada porque puso audífonos en sus oídos y quedo dormido de inmediato esto hizo que tanto mi hermano como yo fingiéramos que nada había pasado, llegamos a la casa donde mama estaba alistando el desayuno y papa tenía su ropa de trabajo cuando una risa de mi hermano sale y dándole un golpe en el hombro dice que su actuación anoche estuvo muy buena y que le dio un gran susto. A lo que papa le dice que no sabe nada de eso que durmió como un bebe y mama apoyo esa declaración, extrañados y con muchas preguntas pensábamos que fue entonces ese ruido, porque una ilusión o que nuestros sentido nos engañaran con todo cerrado era algo difícil de creer además que fuimos los dos quienes escuchamos.
Con el transcurso del día fuimos olvidando lo que paso, al llegar la noche entramos a la casa y estuvimos en el cuarto a charlar cuando mi hermano comenta e inventa historias sobre la casa y por qué no querían que entráramos a ella, a lo que su amigo puede que le crea y cuenta sobre casas grandes que aunque tengan muchas comodidades pero no la habiten mucho quedan asustando pero él no es alguien que se vea que se asuste tan fácil, así que sale del cuarto y entra en el de él, la noche pasa y todos conciliamos el sueño cuando un susurro me despierta y al tratar de dormir otra vez se empieza a escuchar un sonido pero esta vez en la cocina como si alguien estuviera buscando algo desesperado y las hoyas son azotadas al caer al piso esto hace que me levante y querer abrir para ver qué pasa cuando un frio recorre mi cuerpo y lo máximo que puedo hacer es ponerle seguro a la puerta, al quitar la mano de la perilla se escucha alguien correr de la cocina a la habitación y se queda parado en la puerta y solo el sonido de la respiración agitada se escucha por todo el cuarto yo que sufría de un ataque de pánico miraba solo la perilla y esperaba el momento en que esta empezara a girar desenfrenado pero luego se escucha otra vez a alguien correr y llegar a la cocina y otra vez lo del cuarto, esto ocurrió unas tres veces seguidas y con el desespero al tope levanto a mi hermano lo alerto y el solo con sueño voltea y queda dormido una vez más, así que solo pensaba en el momento en que abriera la puerta y mis opciones de salida la ventana que daba con el patio para salir corriendo, cuando a lo lejos el sonido de un gallo hizo que todo se calmara y hasta la respiración desapareciera, yo que no podía ni mover un dedo solo pensaba en cosas aterradoras, luego de un rato aun estando de pie trague duro y tome el valor suficiente para abrir la puerta cuando todo estaba bien, encendí las luces de la cocina y todo estaba en orden no había nada sobre el suelo, abrí los cajones y todo estaba bien esto me aterraba fui lentamente al cuarto y sentándome en la cama espere a que amaneciera.
Al día siguiente comente lo que había ocurrido y mi hermano solo se mostraba confundido, pero su amigo se mostró raro tanto que de inmediato tomo mi declaración y compartió diciendo que había escuchado algo pero no presto atención, que tal vez uno de nosotros había ido al baño y se tropezó, así que puso sus audífonos y quedo dormido al instante.
El fin de semana había terminado y los dos chicos se habían marchado, yo aún estaba seguro que había algo es la casa y diciéndole a mama ella me creyó y compartió algo que no le había dicho a nadie, y es que cuando hace el aseo algo raro, pesado se siente en el ático y cuando limpia los vidrios la sensación de que alguien esté cerca es aterrador y sentir que la quieren empujar por la ventana hace que limpie muy rápido y sale de ahí.
Esto hace que me pregunte si la orden de que nadie entre sea porque no quieren que entremos o hay algo ahí que hasta los dueños sabes que hay, así que en la tarde de ese mismo día tome la determinación necesaria y entre en la casa, subí a la segunda planta y me senté en la sala, mire a mi alrededor y espere, el tiempo trascurría cuando mire un cuadro que estaba al frente de donde yo estaba sentado y me entretuve un largo rato, al no suceder nada me disponía a salir cuando como si me ataran me quede frio, no podía moverme, el aire se tornó pesado y caloroso, una sensación de que no estaba solo me invadió totalmente así que al frente del cuadro sentía la sensación de que un reflejo se podía ver por el vidrio del cuadro, sentía ver una sombra gigantesca esperando a que me tomara por sorpresa o me tomara de los hombros y con el terror en tan alto nivel di media vuelta la cabeza cuando vi una mujer de muy alta edad parada en la puerta del ático y sentía que ya había visto esa mujer, de al mirarla mi mente voló y como una visión me vi de pequeño y el momento en caer a la piscina, asustado no podía gritar solo hablar y le pregunte el porqué de aquella ocasión pero sin respuesta sentía que me hablaba y me decía que todos nosotros solo éramos estorbo en su propiedad sin más solo cerré mis ojos y mire hacia abajo donde se veía claramente las habitaciones donde nos habíamos dormido los días previos cuando esto fue la gota que derramo el vaso una sombra de un perro se veía claramente salir de una de las habitaciones y entraba en la otra, entre lágrimas luchaba por salir de ahí en ese momento la puerta se abrió y con ello todo se esfumo pude moverme y limpiando mis ojos pregunte quien era, era uno de mis pequeños hermanos que andaba buscándome porque papa me necesitaba, así que vi mi luz de esperanza y salí con el pequeño de inmediato sin mirar atrás.
Mi madre al ver mi rostro pregunta que había pasado yo que tenía la lengua pesada poco a poco le fui contando que había lago en la casa y la primera reacción fue un regaño por entrar sin permiso pero al mismo tiempo quería que le explicara qué a que me refería con algo en la casa, le explique todo y se asustó al contarle sobre el accidente de la piscina, y sobre el perro que vi, me conto lo de la piscina y también me conto que mucho antes que yo naciera habían unos perros que cuidaban la casa y que uno de los perros se llamaba Lufy, este era un perro grande de color negro con una mancha blanca en su pecho, el animal de noche ladraba mucho y de día se escapaba de la quinta, un día el perro no había vuelto a la hora normal así que fueron a buscarlo y para su sorpresa el perro lo encontraron en la carretera muerto con su cabeza destrozada y el cuerpo con marcas extrañas como arañaron con garras largas y muy afiladas, así que tuvo su entierro digno y no volvieron a mencionar el animal hasta el sol de hoy, y precisamente era la descripción que vi cuando paso de un cuarto a otro.
Los dueños un día llamaron a casa para decir que iban a vender la quinta y que había que buscar un nuevo hogar, no dieron detalles solo que iban a dar una última vuelta por la casa, fue extraño la forma en que dijeron todo, mis padres se pusieron en la tarea de buscar casa y yo aún pensaba que había gato encerrado y que mis sospechas sobre que los mismo dueños sabían que había algo en la casa eran más fuertes. Vino toda la familia de los dueños los chicos y yo nos fuimos a recorrer la casa y cuando tuve la oportunidad perfecta pregunte sobre el misterio de la casa cuando ambos se miraron del uno al otro y trataron de persuadir la pregunta pero yo mantenía firme, de repente el más pequeño dijo – está bien ti ganas te voy a contar todo pero que no salga de aquí – a lo que le dije que era un trato, y esto fue lo que conto.
La quinta perteneció a sus padres hace mucho tiempo que llevaba construida unos sesenta años, la abuela era la persona que más adoraba esta casa y mantenían visitándola mucho era una mujer muy estricta y no le gustaba que nadie entrara en ella, sabia cuando alguien entraba en casa porque dejaba las cosas de una forma y cuando venía de visita y vea que las cosas estaban en otro lugar o movida sabía que alguien entraba a la casa. Los años no llegan solos y con ella la muerte, la señora murió de causas muy extrañas y antes de morir solo pensaba en esta casa y que su deseo era que la enterraran aquí pero eso no fue posible ya que en aquellos días un duro ataque económico dio en la familia ay tuvieron que renunciar a muchas cosas y entre ellos su lugar de confort, pero lucho para que no cediera y falleció sabiendo que lucho por lo que ella más amaba, también contaba que cuando ellos venían y se quedaban una temporada se escuchaban cosas, pasos puertas abriéndose y cerrándose, inclusive como llamaba a su padre en el ático que era el lugar donde más le gustaba permanecer, por ello su padre les dijo que es mejor no contarle a nadie sobre lo que ocurre en la casa hasta ahora.
Al escuchar todo, mis sospechas fueron aclaradas y por eso querían deshacerse de la casa para ver si su madre podría descansar ya que sentían que aún estaba atada a la casa.
Luego de un tiempo lograron vender la quinta, nosotros nos mudamos y no volvimos a saber de la casa ni de ellos tampoco y aun me pregunto si pudo conseguir descansar o sigue en la casa protegiéndola como suya.
Autor: christian viveros
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