Descripción: Obra corta de terror. Juan y Melisa se atreven a entrar en el taller del señor Veléz, el titiritero más famoso del pueblo, sin sospechar que guarda un oscuro secreto.
Personajes: Juan, Melissa, Señor Veléz
PRIMER ACTO
Melissa y Juan están contemplando el pequeño teatro dispuesto en medio del escenario. Detrás de él, aparece un títere con bigote y sombrero negro. Es Mayito, el títere estrella del señor Vélez.
Señor Vélez (detrás del teatro en miniatura y con voz aguda): ¡Hola niños! ¿Quieren venir a jugar conmigo?
Juan y Melissa se miran y ríen.
Melissa: Señora Vélez, ¿cómo hace para tener tantos títeres tan bonitos? (Señala el baúl lleno de muñecos de todos los tamaños, formas y colores).
Señor Veléz (asomando la cabeza tras su escenario): Ese es el mejor de mis secretos, si te lo contara, el espectáculo de los muñecos se terminaría para siempre.
Juan: ¿Por qué? ¿No quiere decirnos? Nosotros la podemos guardar el secreto.
Señor Veléz: Me temo que no es posible, lo siento.
Comienza a recoger sus cosas para irse.
Señor Veléz: Pero si de verdad disfrutan del show, ya saben que yo siempre estoy aquí, dispuesto a entretenerlos.
SEGUNDO ACTO
El escenario muestra ahora lo que parece ser un viejo taller, con mesas y herramientas. Hay títeres por todas partes, que le dan un aspecto sombrío al lugar. Algunos de ellos sonríen, otros parecen enojados y otros, parece que están llorando.
Melissa y Juan entran sigilosamente en el sitio.
Melissa: ¡Rápido, no hagas ruido! Que el señor Veléz nos puede descubrir.
Juan: ¿Tú crees que descubramos su secreto en este lugar?
Melissa: Claro tonto, si aquí es donde guarda a todos sus títeres. Mira, ¡qué feos son!
Juan: Pues yo no veo nada extraño, la verdad. Su gran secreto debe ser que él mismo los hace con la madera que corta en su taller.
Melissa: ¿Pero tantos? Además, ¿no te parece que hay algo raro en ellos?
Juan: No sé, aunque me dan escalofríos.
Un ruido se escucha fuera del escenario.
Melissa: ¿Escuchaste eso?
Juan: ¿Qué…?
El señor Veléz aparece entonces, sonriendo macabramente.
Señor Veléz: ¿Husmeando en sitios ajenos? Creo que están listos para conocer mi secreto…
TERCER ACTO
El señor Veléz aparece de nuevo en escena, cojeando. Se acerca hasta la mesa, donde ha dejado a su títere Mayito y le habla como si fuera un niño.
Señor Veléz: Ay Mayito, mira nada más como te dejaron esos niños. No hay cosa peor que dos chiquillos maleducados. (Haciendo la voz de Mayito y moviéndolo). ¡Así es, señor Veléz! ¡Qué espanto! ¡Qué espanto! (Volviendo a hablar con su propia voz). Bueno, pero no es demasiado tarde. Deberíamos darle la bienvenida a nuestros nuevos compañeros.
Veléz se inclina ante un baúl y extrae dos títeres nuevos de él. Son una niña de trenzas rubias y un niño de pelo negro, que tienen una expresión triste en sus rostros de madera.
Señor Veléz: Finalmente lo descubrieron, este es mi secreto. Mi magnífica colección se encuentra conformada de niños curiosos como ustedes, (comienza a mover sus hilos para jugar con ellos), entran pero nunca salen de aquí.
El señor Veléz deja escapar una risa macabra. A la par de la suya, se escucha otra, más aguda y siniestra.
FIN
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