En la ciudad de Michigan, existe un viejo lugar derruido conocido como la Mansión Haught, que con el paso de los años se ha ganado su reputación como uno de los lugares más embrujados que hay en los Estados Unidos. La construcción, de tres pisos y aspecto victoriano, fue descubierta hace poco tiempo por el fotógrafo Seph Lawless, quien se ha especializado en recorrer lugares macabros a lo largo del país.
Todo comenzó cuando Seph se propuso hallar las casas encantadas más malignas en su país, mismas que daría a conocer por medio de una serie de fotografías que aun hoy, andan circulando por Internet.
La mansión Mansión Haught se encuentra en un terreno bastante descuidado, donde la maleza y la yerba crecen de manera desigual. Sus ventanas han sido tapiadas y el polvo se ha apoderado por completo del sitio, que no ha sido habitado en años.
Cuenta la historia, que en 1941 esta vivienda se abrió como un burdel. El negocio probablemente, funcionaba a expensas de la ley, pues en aquella el lenocinio era peor visto de lo que estamos acostumbrados a ver ahora. Eso no impedía sin embargo, que varios hombres prominentes se dieran cita aquí para dar rienda a sus más bajas pasiones. Dentro de la mansión, todo estaba permitido, tanto así que no es de extrañar que con el tiempo, las peores influencias se apoderaran de la propiedad.
El escándalo se desató tiempo después, cuando al denunciarse las desapariciones de varios sujetos, las autoridades entraron a inspeccionar el lugar, alertados por una pista. En los pisos superiores no encontraron nada, pero al bajar al sótano, sus rostros mostraron el horror más absoluto.
Había dispuestos allí varios cadáveres; algunos empezaban a descomponerse, otros parecían más recientes. Todos habían sido despojados de sus ropas y mostraban cortes en la zona del torso, los cuales marcaban un círculo perfecto. La policía ordenó desalojar el lugar de inmediato y se trasladaron los cuerpos hasta la morgue. Si bien se hicieron las investigaciones pertinentes, nunca se supo el motivo de aquellos asesinatos y mucho menos el autor.
Hay quienes señalan, tomando en cuenta las circunstancias en las que aquellos pobres hombres fueron encontrados, que lo más probable era que se practicaran malas artes dentro del burdel para asegurar su éxito. Rituales sangrientos en los que tomaban desprevenidos a los más incautos del negocio.
Otros señalan que simplemente los mataron para poder robarles.
Sea como fuera, la Mansión Haught pronto quedó en el olvido. Nadie se atrevía a acercarse a ella, pues si de día ofrecía un aspecto siniestro, de noche las cosas se ponían peor. Vecinos aseguraron haber escuchado misteriosos ruidos que provenían del interior; a veces un escándalo incluso equiparable al que se escuchaba cuando el burdel todavía funcionaba. Así mismo, hubo objetos que se perdieron o se rompieron sin que nadie interviniera.
Aunque se hizo el esfuerzo de venderla por muchos años, se sabe que hasta el día de hoy sigue abandonada y quizá continué de esa manera, con un pasado tan oscuro.
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