Descripción: Una joven princesa busca un hombre que le regalé una rosa azul, ¿podrá su amado cumplir con este deseo?
Personajes: Gala, Esteban, Rey, Pretendientes
PRIMER ACTO
Se abre el telón, mostrando la escenografía de un bosque y a dos jóvenes que se encuentran tomados de la mano. La primera, es una muchacha vestida elegantemente y con una corona en le cabeza, y el segundo un cazador.
Esteban: Gala, deberíamos dejar de vernos.
Gala: ¿Por qué, Esteban? ¿Es que no me quieres?
Esteban: Más que a mi vida, pero tú sabes que tu padre no lo permitiría. Yo solo cazo para vivir, no tengo nada que ofrecerte.
Gala: Eso no me importa, yo quiero a alguien que me ame de verdad, no a un príncipe pomposo y presumido. (Lo abraza).
Un hombre con capa y corona entra al escenario, visiblemente enojado.
Rey: ¡Gala!
Gala: ¡Papá!
Rey: ¡Apártate de ese joven! ¡Nos vamos al castillo en este instante!
SEGUNDO ACTO
En el castillo, Gala es severamente regañada por su padre.
Rey: ¡Qué sepas que no consentiré que te cases con ese muchacho!
Gala: ¿Por qué no? ¡Él me ama de verdad!
Rey: ¡Tienes que buscar a un joven que esté a tu altura! Escogerás a un príncipe y no se hable más del asunto.
Justo cuando se padre está a punto de marcharse, a Gala se le ocurre algo y lo detiene.
Gala: ¡Espera!
El rey voltea hacia ella.
Gala: Padre, solo tengo una condición para elegir a mi futuro esposo. Voy a casarme con aquel que sea capaz de traerme una rosa azul. Manda colocar este edicto por todo el pueblo. Si para el final del día no llega nadie con dicha flor… entonces me casaré con quien tú digas.
Rey: ¿Sin protestar?
Gala: Sin protestar. Yo misma sabré reconocer esa rosa en cuanto la vea entrar en palacio.
Rey: Sabes que es imposible que alguien te traiga una rosa de ese color, ¿cierto?
Gala se encoge hombros.
Rey: Entonces ya mismo voy a colocar el edicto.
TERCER ACTO
En el salón real, varios pretendientes con flores en sus manos avanzan hasta el rey y la princesa. Hay rosas amarillas, blancas, rojas y amarillas, pero ninguna como la que Gala quiere.
Gala: Ninguna de estas rosas es azul.
Rey (sonriendo triunfalmente): Bueno hija mía, parece que ninguno de estos muchachos ha sido capaz de traer lo que deseabas…
En ese momento entra Esteban con una rosa blanca.
Rey: ¿Qué hace este chico aquí?
Esteban: Traje la rosa azul para la princesa, Su Majestad.
Rey: Pero esa rosa no es…
Gala: ¡Es azul! ¡Esta es la rosa azul que estaba buscando!
Rey: ¿Qué estás diciendo, Gala? ¡Estoy seguro de que esa flor no es azul!
Gala toma la flor que le ofrece Esteban, sonriendo.
Gala: Pues yo estoy segura de que sí. Y padre querido, tú y yo teníamos un trato, ¿lo recuerdas?
El rey suspira exasperado mientras los jóvenes se toman de las manos con esperanzas.
Rey: Supongo que no hay más remedio, esta chica siempre se sale con la suya. Les doy pues, mi bendición.
Gala y Esteban le agradecen y luego, se besan tiernamente en los labios.
FIN
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