Cuento enviado por Emil Marian (fan del blog)
– Ya déjame en paz!!! – gritaba Tomas con enojo, mientras se desplazaba a la cocina. Su rostro mostraba un gesto de desesperación y de angustia, aunque aún no sabía lo que pasaba ni entendía el porque.
Tomó un baso de agua mientras se sentaba en la silla del comedor, la falta de sueño ya le había provocado unas grandes ojeras y aspecto gastado. Tenia mirada vacía solo podía pensar en esos horribles sonidos que le impedían conciliar el sueño o tener paz.
Estaba tan confundido, intentó buscar ayuda pero ni si quiera sus familiares le creían le decían que necesitaba consultar algún psiquiatra o que eso era por no dormir. Nadie lo entendía y tampoco él.
Pensar que solo 5 días atrás llevaba una vida perfecta. Un buen trabajo que le permitía costear todas sus necesidades y una novia con la cual quería pasar él resto de su vida. Lamentablemente todo eso se había ido, ya lo había perdido.
Ese crujir de las puertas y ventanas, esos pasos incesantes por toda la casa, esas cadenas que al ser arrastradas con tanto esmero producían un sonido atroz. Se acercaba a su puerta, al único lugar que hasta él momento lo había protegido, y mientras todo esto pasaba se hacía las preguntas. Que pasaría si entrara? Que sucedería si llegara alcanzarme? Que seria de mi? Como será aquello?
Se encontraba perdido. Si tansolo no hubiese tomado aquel crucifijo que se veía tan deslumbrante en aquella lampara, parecía haber sido desechado, pero por que? Se preguntaba. Si a simple vista parecía tan hermoso tan valioso.
Ya había encontrado su respuesta ya sabía ese porque, pero aunque él ya lo había lanzado por la ventana con todas sus fuerzas parecía que ya estaba maldito, que ya era demasiado tarde.
Solo quería que todo esto acabara, pensaba en suicidios pero sabía que no tendría él valor. O eso pensaba.
Ya son las 2:33 am del sexto día, los sonidos inician, empieza él tormento, contempla la puerta desde una esquina de la habitación, se escuchan cerca demasiado cerca. Una lágrima recorre su mejilla su mirada sigue fija, aprieta él puño izquierdo tiene algo ahí, es una foto, una foto? Si una foto, es en casa de su madre, en navidad, toda su familia reunida y su novia, parecían tan felices.
En su otra mano tenia un revolver, estaba tembloroso, los sonido seguían hasta llegar a su puerta al parecer ya era su tiempo, ya era la hora de que ese ser se revelara y por un segundo hubo silencio, un silencio abrumador y traumante, él llavín de la puerta giró lentamente mientras Tomas se llevaba la pistola a su cabeza, sus lágrimas mezcladas con sudor bajaban por su cuello. La puerta se abrió lentamente hasta quedar totalmente abierta y revelar aquel diabolico ser, mientras Tomas tiraba del gatillo con fuerza.
buen cuento , pero todo trabajo se puede mejorar. suerte y animo 🙂
Muchas gracias nicky. Saludos. 🙂
buen cuento sigue asi aunque un pokitiitin mas de trabajo estaria bien pero de todas formas el cuento es fantastico sigue asi