Hace algunos años existió un alma inocente y desquiciada llamada Victoria, que tenía una gemela llamada Melisa. Toda su vida giró en torno a Esteban, su hermano, ya que su padre la había sobre protegido de todos los chicos; según él porque le harían daño a su bebé, menos de su hermano, a quien Victoria desde muy pequeña vio con otros ojos. A la edad de 17 años, Victoria pudo ir a la universidad en compañía de su gemela y de su hermano. que para esa época tenía 19 años.
Empezó a estar mas tiempo con Melisa, ya que ella apenas había regresado de un orfanato en el que llevaba más de 6 años y eso a Victoria no le gusto, pues llevaba mucho tiempo siendo la consentida de Esteban y no permitiría que eso cambiara. Intentó de muchas formas sabotear esta nueva relación entre hermanos que surgía, pero nada funciono, así que ella al borde de la demencia ideó un plan definitivo que acabaría con la vida de Melisa.
Primero se la llevó a una casa abandonada, la durmió forzadamente, la amordazó, la encerró en un cuarto a oscuras, para que cuando despertase empezara a gritar y ahí llamaría a Esteban para que las rescatara. Todo salió perfecto y Esteban ingenuamente llegó a esta casa y siguió los gritos desgarradores de las dos chicas. Al entrar a la habitación, Esteban se cegó al ver que se encendían luces muy brillantes y aparecía una silueta oscura. Era Victoria con un cuchillo de carnicero en el cuello de Esteban mientras le decía:
-Todo es por tu culpa, si te hubieras fijado en mí en vez de poner los ojos en esta trepadora.
-Hermanita, las quiero a las dos por igual somos familias, y aparte tú y ella son gemelas, por favor para.
-CÁLLATE, maldita la hora en que ella volvió, pero esto se soluciona ahora.
-No Vico, que vas a hacer, te lo ruego, no.
Victoria hizo caso omiso a las suplicas de Esteban y corrió hacia Melisa. Lo único que le dijo fue: TE MATO POR ÉL. En ese instante le enterró el cuchillo en el cuello y lo único que Melisa logro decir fue:
-Esteban, sálvala…
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