¿Y dónde está el novio?

Descripción: Amelia está a punto de casarse con el amor de su vida, pero hay un único problema: no sabe como decirle a su madre que no hay ningún novio.

Personajes: Amelia, Jessica, Doña Mirta

ACTO ÚNICO

Amelia y Jessica, una pareja de chicas enamoradas, se encuentra conversando en la terraza del apartamento de la primera, que luce muy nerviosa.

Jessica: Amelia, mi amor, ¿qué pasa? Has estado así toda la mañana. ¿No me digas que estás asustada porque viene tu mamá a vernos?

Amelia: Pues sí, Jessica, sí es por eso.

Jessica: Bueno, ya iba siendo hora de que conociera a mi suegra, ¿no crees? Tú descuida, que todo va a salir bien.

Amelia: Es que Jessica, la boda es mañana, mi mamá apenas va a conocerte y… bueno, hay un detalle que se me olvidó mencionarte.

Jessica: ¿Cuál?

Amelia: Mi mamá… ella es…

El timbre del piso suena interrumpiéndola y Amelia sale de escena apurada. A los pocos segundos segundos vuelve a la terraza, acompañada por una mujer madura y vestida elegantemente.

Doña Mirta: Ay hija mía, ¡solo a ti se te ocurre decirme que vas a casarte con solo una semana de anticipación! Menos mal que pude coger un vuelo.

Amelia: Este… mira mamá, te presento a Jessica.

Jessica (sonriente): Encantada, señora. Tenía muchas ganas de conocerla.

Doña Mirta: Ah sí, mucho gusto pero que extraño. Quien debería estar aquí es el futuro esposo de Amelia, ¿dónde está mi yerno?

Jessica le dedica una mirada incrédula a su novia, quien se rasca la cabeza avergonzada.

Amelia: Este… mamá, es que hay algo que debo decirte. Verás, esta boda no va a ser lo que tú crees…

Doña Mirta: ¿Cómo así? No me digas que a última hora lo espantaste y ahora no se quiere casar contigo. No me extrañaría, pues veo que has subido de peso. ¡Te dije que a los muchachos no les atraen las chicas descuidadas, querida!

Amelia: ¡Mamá! ¡Yo no he espantado a nadie! La boda sigue en pie.

Doña Mirta: Bueno, menos mal. No necesitamos otro papelón como el que hiciste luego de dejar a aquel médico tan guapo, ¡y yo que ya me había hecho a la idea de tener a un doctor en la familia!

Amelia: Mamá, por favor.

Doña Mirta: Espero que tu prometido tenga un buen empleo.

Amelia: Lo tiene, mamá. Lo tiene.

Doña Mirta: ¿Y bien? ¿A dónde ha ido?

Jessica: Está justo aquí, señora. Yo soy la pareja de su hija. Amelia y yo estamos enamoradas.

Doña Mirta la mira con sorpresa.

Amelia: Te dije por teléfono que esto no iba a ser lo que esperabas.

Doña Mirta: ¡Amelia! ¡Esto es totalmente inaceptable! ¡Me has decepcionado enormemente!

Amelia: Pero mamá, yo…

Doña Mirta: ¡No hay excusa que valga! Me voy en este mismo instante…

Amelia: ¡Mamá, espera!

Jessica: Déjala Amelia, tal vez sea mejor así. Además, yo también debo irme, llego tarde al hospital.

Doña Mirta se detiene, curiosa.

Doña Mirta: ¿Hospital, dijiste? ¡No me digas que encima de todo trabajas de enfermera!

Jessica: No, soy neurocirujana. Una de las más prestigiosas del país.

Doña Mirta: ¿Neurocirujana, dijiste?

Doña Mirta tira su bolso al suelo y abraza a Jessica.

Doña Mirta: ¡Bienvenida a la familia!

FIN

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