Sus dientes negros como el alma del diablo, su sonrisa terrorífica que a la vez transmitía tranquilidad y sus ojos, uno mas grande que el otro. Drogfeel es algo real algo que se esconde detrás de cada sonrisa falsa, detrás de cada enfado…
Todo empezó un día, sin ninguna intención le creí, no pensaba que iba a pasar basado en lo que sentía cuando me enfadaba, le llame Drogfeel, era un sentimiento que se aferraba a mi como una droga. No importaba cuanto golpease las paredes o lo mucho que apretara ese vidrio sobre mi muñeca solo se alimentaba más y más, creciendo como una adicción.
Aquel día en el museo sentía una extraña angustia, como si no tuviera que estar allí. Había una ouija y un antiguo libro de conjuros que le quitaron a una bruja antes de quemarla. «Que puede salir mal» me repetía, buscando una solución. Un conjuro empleé (como soltarse de cosas negativas), también decía que cierta señora nunca daba nada gratis, no le preste atención, cada vez que recitaba las palabras sentía que me moría y que a la vez volvía a nacer siendo mejor. Cuando termine una energía muy pesada retumbaba en el lugar; me fui corriendo pensando que el autobús se iría, todo iba bien, hasta que, Zeynep, aquella mujer que solo servía en la vida para ponerse rímel se rio de mi y de «mis trapos» (así es como ella los clasificó). Aquella ira que antes guardaba salió de golpe, sintiéndome como un niño pequeño cuando le dices que no.
La golpeé con tanta fuerza que «accidentalmente» la maté, yo también me desmayé pero al oír aquellos gritos de espanto. Como pude me levanté tras encontrarme tirada en un callejón, preguntándome que era lo que habia pasado. Alegrándome en el fondo de lo que habia hecho, Drogfeel me habló, «se lo merecía» me dijo. No estaba delante mío pero le veía como si le conociera desde que nací, con mucho miedo. «¿Quién eres?» le pregunté; una carcajada retumbaba en mi cabeza. «Soy tu, soy todo lo que reprimes, vamos levántate, crees que lo que le hicimos a esa pobre estúpida es suficiente, tú y yo podemos ser mejores que todos esos». Me quedé muda.
Desde ese día Drogfeel no me deja en paz, no llevo la cuenta de a cuantas personas maté guiándome por él.

.<. Wtf