Descripción: Dennis acude a comer al nuevo restaurante de su calle, sin imaginar que pasará la experiencia más disparatada de su vida.
Personajes: Dennis, Camarero, Anfitriona, Chef
ACTO ÚNICO
Dennis, un hombre de negocios joven, entra en un elegante restaurante que se ve absolutamente vacío.
Anfitriona: Bienvenido a «La Trufa de Oro».
Dennis: Vaya, que raro que no haya ningún otro comensal.
Anfitriona: Es que acabamos de abrir. ¿Le gustaría que le asigne una mesa?
Dennis: Sí, por favor.
Anfitriona (sonriendo): Tenga la bondad de acompañarme.
La muchacha lleva a Dennis hasta una mesa pequeña, detrás de la cual se ve la puerta del baño.
Anfitriona: Tome asiento, si es tan amable.
Dennis: Oiga, pero esta mesa es la peor de todo el restaurante. ¿Por qué no me ubica en alguna de aquellas mesas que están desocupadas?
Anfitriona: ¡Es que no podemos usarlas! Todavía no están listas. Rechinan demasiado y las sillas están duras.
Dennis: Yo no veo que tengan nada de malo.
Anfitriona: No se preocupe, ya verá que lo atendemos tan bien que la mesa es lo de menos.
Dennis: Espero que así sea. (Se sienta resignado).
Anfitriona: En un momento viene mi compañero a tomarle la orden.
La muchacha sale de escena y entra por el otro lado, un chico vestido de camarero.
Camarero: Buenas tardes, señor. Yo seré su mesero esta tarde. (Le entrega la carta).
Dennis la abre y echa un vistazo.
Dennis: Wow, todo se ve de maravilla. ¿Sabes qué? Quiero una sopa del día y pollo con champiñones.
Mesero: Uy, se nos ha acabado el pollo.
Dennis: Vaya… supongo que entonces lo cambiaré por un filete de ternera con espárragos.
Mesero: También se nos acabó.
Dennis: ¿Camarones a la diabla?
Mesero: Se nos acabaron también.
Dennis (molesto): ¿Entonces que tienen?
Mesero: Puedo traerle la sopa y unos huevitos fritos, si gusta.
Dennis: ¿Huevos fritos? Increíble, en un restaurante de tanta categoría. Está bien, pero solo porque tengo mucha hambre.
Mesero: ¡Enseguida la traigo su orden!
Sale de escena campante y Dennis refunfuña.
Dennis: Ni siquiera me ofreció algo de tomar. Que desfachatez.
Un instante después, el mesero vuelve con un plato de sopa.
Dennis: Al menos son rápidos. (Prueba la sopa y la escupe al instante). ¡Oiga, esto está frío! ¡Y qué mal sabor tiene!
Mesero: Uy, mejor que no le oiga el chef. Es muy temperamental cuando se trata de su comida.
Dennis: ¡No me importa que me oiga! Esto es el colmo, aparte de sentarme en el peor sitio del restaurante y decirme que se les acabó la comida, ¡me sirven esto! ¡Qué porquería de sopa!
La puerta de la cocina se abre y por ella, sale un hombre con cofia de chef, muy enojado y sosteniendo un cuchillo.
Chef: ¡¿Quién se atreve a criticar mi sopa?»!
Clava el cuchillo en la mesa de Dennis y este grita, asustado.
Chef: ¡Voy a cortarte en pedacitos y a servirte como plato principal! ¡Lo llamaré «guisado de ignorante pretencioso»! ¡A ver si así sigues quejándote!
Dennis: ¡Todos ustedes están locos! ¡Me voy de aquí! (Se levanta y sale corriendo de escena).
Anfitriona (sonriendo): ¡Hasta luego! ¡No deje de visitarnos en «La Trufa de Oro»!
FIN
me da pena como se sentira el chef 🙁