El Errante, Parte 2

Cuento enviado por: ECEBA (fan del blog). Si aún no has leído la 1era parte, te recomendamos que la leas aquí y luego regreses para leer la 2da parte.

Por fin comprendi que si queria volver a ver a mi familia, tendria que escapar de esta cabana, y de este demonio que me habia tomado para ser su victima, yo estaba aterrorizado, sin poder moverme, pero cerre los ojos, y dije en voz alta y frente a mi captor una oracion que logre recordar, a pesar de estar alejado de las cosas sagradas desde hace mucho….. para mi sorpresa, al abrir los ojos, no habia nadie frente a mi, el demonio habia desaparecido, pero todo estaba a oscuras y no podia ver nada, sin embargo, yo sabia que a pesar de que no lo veia, el estaba alli, solo que ya no fisicamente, intente correr y abrir la puerta para escapar, pero estaba cerrada.

Un escalofrio horrible corrio por mi espalda, cuando escuche un rugido, como si una bestia estubiera cerca de mi, la cabana empezo a temblar, objetos eran arrojados hacia mi en la oscuridad, en este punto, lagrimas salian de mis ojos, porque jamas habia estado tan asustado en mi vida, en mi desesperacion corri por unas escaleras que conducian hacia arriba, a alguna parte de esta endemoniada cabaña, sabia que nada iba a servir, pero debia buscar la forma de salir.

Entré en una habitacion, dentro de la cual solo lograba ver por la tenue luz de la luna que entraba por la ventana, aun asi, pude ver un simbolo en el piso, una especie de pentagrama, derrepente hubo un silencio, la cabana dejo de temblar, yo estaba petrificado, afuera solo se escuchaba el viento soplando contra los arboles…… pero…..escuche pasos, lentos primero, subiendo por la escalera, dirigiendose hacia donde yo estaba, luego fueron acelerando.

Ya no sonaban como pasos humanos, era como escuchar pezunas de caballo, yo corri y cerre la puerta de la habitacion, luego fui a la ventana, dispuesto a lanzarme con tal de escapar de este infierno, pero al asomarme por la ventana, entre los arboles del bosque, habian sombras, siluetas de muchas cosas que parecian personas vistiendo tunicas negras, pero se que no lo eran, era claro que no me iban a dejar escapar….solo pude voltearme hacia la puerta y arrodillarme, era mi fin, esto era algo satanico, y este llamado «errante», no era mas que el mismisimo demonio.

Recorde que nunca habia creido mucho en estas cosas, para mi todo eran solo leyendas, pero ya era tarde, los pasos de las pezunas, finalmente habian llegado a la puerta, a pesar que estaba oscuro, podia ver por el espacio debajo de la puerta, que el estaba parado alli a punto de entrar, yo solo podia llorar y estar inmovil de terror….en eso…me hablo, una voz grave y espeluznante.. «Elias, veo que ya sabes quien soy, y has comprendido que es inutil que trates de salir de aqui, te dije que me conocerias de la peor manera posible, pero tambien dije que te dejaria ir»……..

Yo no podia dejar de llorar y de arrepentirme por no haber ido con mi familia a la iglesia los domingos cuando mi querida esposa me invitaba, si, ahora se que habia fallado en muchas cosas, pero… es tarde… …..pero..donde esta? ya no logro ver a nadie parado afuera de la habitacion, sera que ya me dejara salir?, va , mire por la a cumplir con eso?…debia aprovechar el momento y escapar, me levante lentamente del suelo, mire por la ventana, y no estaban los demonios afuera en el bosque.

Caminé hacia la puerta, tome la perilla para abrirla muy despacio, pero en ese momento, senti una sombra detras de mi, y comprendi que no estaba afuera de la habitacion, porque ya habia entrado, me gire lentamente, mientras sentia ese frio que recorria nuevamente mi columna, y al girarme, estaba una sombra enorme, casi del alto del techo de la habitacion, jamas senti tanto horror en mi vida, pero antes de poder decir nada, me elevo por los aires sin ni siquiera tocarme, y mientras estaba suspendido como flotando, vi unos ojos brillantes y unos dientes afilados que se acercaron a mi pecho, y luego de un rugido escalofriante, fui mordido y arrojado al suelo, el dolor era enorme y la herida sangraba mucho, pero antes de quedar desmayado y sentir que casi moria, escuche unas palabras que me dijeron….

«Ahora puede retirarse Elias», mis ojos se cerraron y no supe ya que mas sucedio…….

(Pronto la parte 3)

Autor: ECEBA

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