Personajes
Rey
Guardia 1
Guardia 2
Anciano
¿De qué trata?
Había una vez, un país conocido como Bombonazo, en el que había un rey que le encantaba jugar muchas bromas pesadas, a todos los vecinos de su pueblo. Durante las noches él se vestía de fantasma usando una sábana blanca totalmente cubierto desde la cabeza a los pies.
Todas las noches él se encargaba de ir por las calles haciendo ruidos raros para que todos se asustaran.
Rey: UUUUUU, Soy el fantasma del pueblo y me llamo Caramba.
Gente: Ohh, corran. Es el fantasma ¡auxilio, auxilio! Corran, si no nos comerá el fantasma.
Durante las mañanas, dos guardias que pertenecían al reino, acudían muy temprano al palacio para poder contarle al rey cada cosa que pasaba.
Rey: ¿Cuéntenme todo lo que han visto?
Guardia 1: Su majestad, durante esta noche el fantasma llevaba una antorcha y además él echaba fuego por la boca.
Rey: Creo que estás exagerando un poco
Guardia 2: No rey, es así como mi compañero lo dice. Yo estuve a punto de agarrarlo pero fue cuando sacó su bastón mágico con sapos y culebras.
Rey: ¿Sapos y culebras? Eso jamás lo hubiese pensado pero es una gran idea (pensando). ¿No lo estarán inventado ustedes?
Guardia 1: No y aparte, tenía también una espada llena de fuego
Guardia 2: Yo lo estaba persiguiendo pero el se fue volando por la ventana.
Rey: Basta, noo quiero nada de ustedes. Son demasiado cobardes, mejor yo mismo vigilaré las calles y me saldrá mejor, porque soy un buen rey.
Guardia 1: Por favor rey, le suplico no le diga al fantasma donde vivo, porque de verdad lo acepto, soy muy miedoso y me muero si me encentra.
Rey: Váyanse que estoy muy ocupado.
El rey se sentía súper feliz, pues ya le habían dado más ideas para seguir haciendo de las suyas y jugarles muchas bromas a la gente. Esa noche cuando salió como fantasma, a la única persona que vio fue a un anciano.
Rey: Anciano déjame el paso libre, porque no sé quien eres.
Anciano: Y no es conveniente que por los momentos sepa quien soy, pero yo si te conozco y desde que eras pequeño. Quisiera verte para confirmar que eres tu.
Rey: ¿para qué me quieres ver?
Anciano: bueno ahí veré si debo aplicar mi magia que consiste en convertir a los fantasmas en un sapo o en una culebra. Después iré a su cama a enrollarle la sabana con uno de ellos.
Rey: Disculpe pero de verdad, yo no lo conozco y no creo que yo sea el que usted piensa.
Muerto de miedo, el rey corrió al palacio y volvió a llamar a los guardias y les dijo
Rey: Guardias, esta noche he conseguido hablar con el fantasma caramba. Le di una bolsa con muchas golosinas y prometió no aparecer más por el pueblo.
El pueblo comenzó a celebrar la valentía que había tenido el rey y el anciano que sabía que el fantasma era el rey, también desapareció para siempre.
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