Descripción: Mariana descubre una puerta oculta en su nueva casa, que sin saberlo, la transportará a una realidad de pesadilla.
Personajes: Mariana, Paco, Mujer de negro
PRIMERO ACTO
En una sala de estar que está siendo remodelada, se encuentra Mariana, vestida con ropa de trabajo, quitando algo de papel tapiz. Cuando termina, se revela una puerta muy extraña, con un símbolo siniestro sobre ella.
Mariana: ¡Paco! ¿Paco, ven!
Entra en escena un hombre joven y vestido como Mariana, para trabajar en las remodelaciones.
Paco: ¿Qué pasa? (Mira la puerta, sorprendido): ¿Y esto?
Mariana: Era lo que yo iba a preguntarte aquí. No tenía idea de que hubiera una puerta aquí.
Paco: Sí, el agente de bienes raíces no mencionó nada sobre esto. Qué raro.
La abren y no se ve más ue una oscuridad absoluta.
Mariana: ¿Llevará al sótano?
Paco: Es probable. Tal vez deba bajar a ver.
Mariana lo detiene.
Mariana: Mejor no.
Paco: ¿Por qué?
Mariana: No sé… no me da buena espina. Mejor háblale al agente, ¿no?
Paco: Está fuera de la ciudad, no regresará hasta dentro de un par de días. (Cierra la puerta) Supongo que hasta entonces, el misterio quedará intacto.
SEGUNDO ACTO
Paco y Mariana duermen ahora en su habitación, que está en penumbras. Mariana se revuelve en su lado de la cama, como si tuviera un mal sueño. De pronto se despierta y mira hacia un lado del escenario, donde se distingue una silueta.
Mariana (asustada): Paco… Paco… (trata de despertar a su pareja pero él duerme profundamente).
Mariana enciende lentamente la lámpara de su mesa de noche y esta alumbra a una mujer vestida de negro, con una cara pálida y monstruosa. La chica grita y apaga la luz histérica. Paco se despierta sobresaltado.
Paco: ¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa?!
Mariana: ¡Está ahí, está ahí! ¡Nos está mirando!
Paco se levanta de la cama y enciende la luz con el interruptor. Cuando el escenario se ilumina, la mujer ha desaparecido. Mariana llora en la cama y él la abraza.
Paco: Tranquila, todo ha sido un sueño.
TERCER ACTO
Paco y Mariana se encuentran de nuevo en la sala de estar, ella se ve nerviosa.
Mariana: Estoy segura de que esa mujer salió de esa maldita puerta.
Paco: Pero Mariana, si no había nadie anoche.
Mariana: ¡Yo sé lo que vi, por Dios!
Paco suspira y abre la puerta, por la que se ve la misma oscuridad.
Paco: No hay nada. Todo está en tu cabeza.
Un ruido lúgubre se escucha desde la puerta y ambos voltean hacia ella. Una mano de dedos esqueléticos se aferra al marco de la puerta y ambos gritan.
Mariana: ¡¿Qué es eso?!
Alguien desde el otro lado se sostiene del marco de la puerta, arrastrándose hacia afuera. Es la mujer de negro, que los mira con su rostro deforme y sonríe mostrando dos hileras de dientes afilados.
Paco: ¡Es la mujer de negro!
Abraza a Mariana y los dos se acurrucan en un rincón, mientras la mujer se dirige hacia ellos, emitiendo una risa aguda y escalofriante. Antes de abalanzarse sobre la pareja, ambos lanzan un grito desgarrador y las luces del escenario se apagan.
FIN
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