Descripción: Saúl, un exitoso empresario, recuerda como le dio la espalda a las cosas importantes de su vida por dinero.
Personajes: Saúl joven, Saúl adulto, Amanda, Jorge, Elizabeth, Mariana
ACTO ÚNICO
Saúl, un empresario viejo, se encuentra sentado en su oficina, con el semblante decaído. Entra en escena Mariana, una mujer muy joven con unos papeles en la mano.
Mariana: Los documentos que pidió, señor.
Saúl: Gracias, Mariana. Ya puedes retirarte.
Mariana: ¿Usted va a seguir en su despacho? Hoy es el cumpleaños de su hija y me enteré de que le van a preparar una fiesta.
Saúl: No creo que sea conveniente que me presente ahí.
Mariana: Anímese, no tiene caso que se quede aquí usted solo.
Saúl sonríe con tristeza.
Saúl: Puedes retirarte, Mariana. No necesitaré nada más por hoy.
Mariana: Como guste, Don Saúl.
Mariana sale de escena y Saúl toma una fotografía donde se puede ver a su esposa y sus dos hijos.
Saúl: Toda una fortuna amasada a través de los años, ¿y de qué me ha servido? Lo único que hice fue alejarlos de mí. Aun puedo recordarlo con claridad…
La iluminación en el escenario cambia, mostrando los recuerdos de Saúl. Un hombre joven y vestido con un traje muy similar a él, entra en escena discutiendo con su esposa. Es él mismo, de joven.
Saúl: ¡Entiéndelo, Amanda! No puedo descuidar mis negocios, ¡tengo mucho que hacer aquí!
Amanda: ¡Pero es la competencia de tu hijo! Es muy importante que estés ahí para Jorge.
Saúl: ¡Ya habrá otras competencias! ¡Ahora fuera de mi oficina!
Amanda sale muy disgustada. El joven Saúl saca su teléfono y habla acaloradamente sobre negocios. La iluminación vuelve a cambiar y entra su hijo, un adolescente vestido de negro. Su padre cuelga y lo mira con furia.
Saúl: ¡¿Qué es eso de que te estás metiendo drogas?! ¡Yo no pago tanto dinero para que pierdas el tiempo en la escuela!
Jorge: Dinero, dinero, ¡es lo único que te importa! ¡Nunca te has interesado realmente por mí!
Saúl: ¡No me vengas con mis sentimentalismos! ¡Fuera de mi oficina! ¡Tengo asuntos más importantes que atender que a un vago como tú!
Jorge sale furioso de escena, mientras la iluminación cambia una vez más y ahora, entra una niña.
Elizabeth: Papá, ¿qué vamos a hacer mañana por mi cumpleaños? Mamá quiere que vayamos todos juntos al cine.
Saúl: Pues bien, que te lleve ella a ti y a tu hermano. Yo no tengo tiempo.
Elizabeth: Pero papá, nunca tienes tiempo para estar con nosotros.
Saúl: Por favor Elizabeth, fuera de mi oficina. Esto es muy importante.
La niña sale con lágrimas en los ojos y entra su madre, blandiendo unos papeles.
Amanda: ¡Ya no aguanto más esta situación, Saúl! ¡No te importa nuestra familia! ¡Quiero el divorcio!
Las luces se apagan, dejando solo un reflector que ilumina al viejo Saúl, quien sentado en el escritorio mira su fotografía con tristeza.
Saúl: Toda una vida trabajando y muy tarde vengo a darme cuenta de que, a pesar de todo lo que logré, realmente no tengo nada. Perdí lo que más importaba.
Saúl toma su saco y su portafolio, saliendo en silencio de escena.
FIN
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