Descripción: Dos pillos intentan asaltar un minisúper, sin darse cuenta de que se están metiendo con la gente equivocada.
Personajes: Ladrón 1, Ladrón 2, Cajero, Adolescente, Anciana, Mamá, Niño
ACTO ÚNICO
En un pequeño supermercado, la jornada transcurre con normalidad. De pronto, entran dos asaltantes con los rostros cubiertos por pasamontañas y sacan sus pistolas.
Ladrón 1: ¡Que nadie se mueva! ¡Esto es un asalto!
Todos en el negocio se muestran sorprendidos y se quedan paralizados.
Ladrón 2 (al cajero): ¡Rápido, tonto! Saca todo el efectivo y ponlo en esta bolsa. (Pone una bolsa de lona sobre el mostrador).
Cajero: Por favor señores, tranquilos. No nos hagan nada.
Ladrón: ¿Qué no escuchaste? ¡Pon todo el dinero o te vas a enterar!
Anciana: Disculpe, pero yo iba primero en el mostrador.
Ladrón 2: ¡Oiga, señora! ¿Qué no ve que esto es un asalto?
Anciana (molesta): ¡No me importa! Primero el señor me cobra a mí y después le roban ustedes, ¡desvergonzados! (Le pega con su bastón).
Ladrón 2: ¡Óigame, vieja loca!
Un niño pequeño se acerca al primer ladrón y le tira de los pantalones.
Niño: Oiga señor, ya que ustedes se van a robar todo, ¿no me compran una paleta? ¡Es que mi mamá no quiere!
Mamá: ¡Ah no! Para que se te piquen los dientes, ¡ya te dije que tú no puedes comer dulces!
Ladrón 2: ¡Silencio todos! ¡Déjennos robar tranquilos!
El niño le tira con insistencia del pantalón.
Niño: ¡Ándele, ándele! ¡Por favor! ¡Cómpreme una paleta!
Anciana: ¡Desvergonzados gañanes! ¡Robándole su lugar a una anciana! (Continúa golpeando al otro ladrón).
Ladrón 2: ¡Hey, hey! ¡Déjeme tranquilo!
Ladrón 1: ¡Basta! A ver, (se vuelve a dirigir al cajero), ¡deme una paleta para que este niño se calle!
Niño: ¡Sí!
Mamá: ¡No, él no puede comer dulces!
Ladrón 1: ¡Oiga, señora! Si no puede controlar a su mocoso no se meta.
Mamá: ¡Canalla!
Anciana: ¡Estos ladrones de hoy en día no tienen ninguna educación!
Ladrón 2: Oye, te dije que robar este minisúper no era tan buena idea.
Ladrón 1: ¡Tú cállate y prepárate para escapar! (Le da un coscorrón).
El cajero toma una paleta y se la entrega.
Cajero: Son 2.50.
Ladrón: ¿Qué? ¿No ves que te estoy robando, pedazo de animal?
Cajero: Pues sí, señor. Pero esto es aparte del asalto, ¿qué no?
El asaltante refunfuña y saca un billete de su bolsillo. Luego le da la paleta al niño.
Ladrón 1: A ver si así te callas de una buena vez.
Niño: ¡Qué rico! Jajajajaja.
Mamá: Le advierto que el dulce lo pone muy hiperactivo.
Un adolescente aparece en escena, llevando una botella escondida bajo la ropa. Trata de salir sin ser visto pero el cajero lo descubre.
Cajero: ¡¿A dónde, muchacho?!
Adolescente: Ay… este, no se fijen en mí. Yo voy de salida.
Cajero: Sí como no, ¡aquí no se vende alcohol a menores! ¡Dame eso que llevas ahí escondido!
El niño empieza a gritar y correr por todas partes, mientras el cajero sale para pelear con el adolescente, tratando de arrebatarla la botella.
Ladrón 2: ¿Sabes qué? Mejor vamos a asaltar otro lugar, ¡todos aquí están locos!
Los asaltantes salen despavoridos dejando un desastre tras ellos, con la mamá regañando a su hijo, la anciana quejándose y los otros dos peleando.
FIN
Hola buenas noches me gustaria hablar con el autor de esta obra de teatro! me interesa llevarla para hacer un cortometraje un abrazo
mi email para el contacto es [email protected]
¡me encanta!