Cuento enviado por Clau Mesa (fan del blog)
El celular sonó anunciando un nuevo mensaje, el cual ignore dado que estaba con mis amigas conversando.
Tres minutos después volvió a sonar.
Al quinto mensaje que recibí decidi mirarlos.
El número desconocido para mi no revelaba nada . Excepto que era muy largo y no pertenecía a nuestro país.
Fotos, extrañas, oscuras raras.
Las borre y seguí mi charla convencida de que simplemente era un error.
Click , nuevo mensaje.
Click, un segundo… Click Click Click.
La risa se transformó en sorpresa.
Está vez en las fotos estaba yo.
Sentada frente a mis amigas.
Las mire a ambas extrañada ninguna tenía su móvil en la mano.
Click Click Click. Más fotos, instantáneas a tiempo real.
Ya basta. No se que juego es pero basta.
Juraron no saber que era, mientras mi celular seguía sonando.
Bloquee el número. Me fui a mi casa sin darle más atención.
Otro mensaje… Otro número … Audio… Ruidos extraños.. Sonidos procedentes de algún lugar desconocido.
Basta respondi eufórica y nerviosa.
Volví a bloquear el nuevo número.
Estando en casa olvide por completo el celular, hasta que llamarón.
Insulte sin responder, no quería escuchar nada de ese número.
Click Click Click… Fotos mias! Fotos en mi casa sola. Tal cual estaba. Maldita sea !
Me preocupe, no entendía nada.
Por primera vez me asusté.
Busque en Internet pero no encontré nada parecido.
Click… Yo sentada frente al computador …
Click … Un ” que buscas?”
Click … No podras huir…
Click… Mi cara sorprendida
Click click click …
Cada paso, cada movimiento que hacía era fotografiado.
Peor aun las fotos predecian lo que haria…
Yo … Yo durmiendo… Yo sentada en mi cama.. Esa foto era extraña el reloj en la mesita marcaba 2:58 y solo eran las 23:59…
Futuro???
Noooo nada me iba a hacer sentar a esa hora, por nada del mundo me sentaria en mi cama.
Click…
En la desesperación di mi móvil contra la pared. Cayó al piso en varias partes.
Lo deje ahi tirado y me fui a dormir.
Queria cambiar el orden de las fotos …
Omiti la ducha…. A duras penas concilie el sueño.
Fuese lo que fuese… Habia roto mi movil dando fin a aquella pesadilla..
El macabro juego del que estaba siendo parte… Concluyó.
Un ruido fuerte me despertó. Maldije mil veces antes de abrir los ojos.
Semi inconciente me sente en la cama… Agudizó el oido… Nada . volteo a ver el reloj … 3:00… Mierda!
Para mi sorpresa y completa confusión mi celular estaba entero y sobre mi mesa de luz .
No lo mire. No pude, me puse un pantalón y salí corriendo, asustada .
Tenía que huir como fuera.
Lo que fuera que estaba pasando era muy extraño.
Corri sin siquiera volver la vista atrás.
A lo lejos alguien se acercaba.
Cerca… Mas cerca. Cruzo la calle..
Extendio su mano. Me dio mi celular.
Lloro… Estoy desesperada.
Click click click click…
Miro las fotos… Un auto blanco dobla la esquina… El auto se acerca… Dios mio !!!
La ultima foto … Mi cuerpo, en dos partes… Un charco de sangre me rodea …
Tengo que irme … Corro… Lloro… No veo mas que un resplandor…
un auto blanco dobla en la esquina…
Me gusta el suspenso de esta historia predecible pero aterrador
Gracias x leerlo !!!
Gracias x tu tiempo
es el mejor cuento de terror que he leido en toda mi vida¡¡ tienes mucho talento
Gracias por tus palabras !!!
Gracias por leerlo…
Gracias
Que maluco esta historia
Buen Cuento
Saludos desde venezuela,muy buenos sus cuentos de terror,gracias x dedicarnos estas historias tan buenas y amenas, felicitaciones y exito” para todos.!! Saludos.
buen cuento solo q la foto me dio algo asi como dolor de pecho y de estomago las umagenes de ese tipo eso me causan me gusta el suspenso
muy buen relato me encanto
Tenía yo como unos ocho años cuando estaba en el Liceo de Niñas de Guadalajara, Jalisco. A un grupo de niñas premiadas de la escuela por ser aplicadas, lo llevaron al cine, yo estaba entre ellas porque era muy buena estudiante. Cuando regresamos del cine al Liceo, entramos a un salón de clases que era muy grande, había bancas, un pizarrón enorme y un piano para estudiar. Era un salón que yo no conocía, porque estaba en una parte nueva de la escuela. Como yo era la más chiquita de todas las niña entré primero al salón. De repente, vi a una persona que se desprendía de un rincón: toda vestida de negro, con un aura blanca alrededor; las manos, luminosas, sobre el pecho, como si tuviera fuego en ellas, algo le brillaba en las manos. Yo me la quedé viendo y exclamé:
– ¡Madre, madre, aquí está una monja!
Entonces, aquella mujer se acercó al pizarrón que era de tripié, y cruzando los brazos sobre el pecho, empezó a gritar:
– ¡Elisa, sálvame!
Era un grito muy ahogado, yo lo oí, y lo oyeron otras dos o tres niñas que estaban cerca de mí. Yo me asusté mucho, porque el grito fue donde yo no lo esperaba, y menos que me gritara, que me gritara a mí pues ese es mi nombre:
– ¡Elisa, sálvame!
Entonces, empecé a dar de gritos, y quise corre hacia las bancas. Todas las otras niñas se asustaron. Llegó la profesora, y en lo que encendieron las luces ya no había nadie; pero encontraron la huella de unos pies descalzos. A mí me llevaron en un grito a la casa, rapidísimo desde el Liceo a la casa. Yo había gritado “madre” sin saber por qué, las del Liceo eran profesoras y no monjas.
nos dijo que esa parte de la escuela, donde estaba ese salón, la habían aumentado y que era parte de un antiguo convento, donde había monjas que empezaban desde muy chiquitas a vivir ahí, y nunca más salían. Esa fue la historia que me sucedió, tal vez la monja que vi quería salir del encierro en que vivía, tal vez sus padres la forzaron a ser monja, quién sabe.