Descripción: Alicia sufre una enfermedad del corazón que la puede llevar a la muerte, ¿será su fe suficiente para salvarla?
Personajes: Alicia, Mamá, Doctor Alcázar, Ángel
PRIMER ACTO
En un consultorio médico se encuentran Alicia, su madre y el doctor Alcázar, quien sostiene unos papeles y mira a la adolescente con pena.
Mamá: Doctor, ¿está seguro de que no hay más alternativas?
Doctor Alcázar: El problema cardíaco de Alicia ha empeorado y el trasplante es urgente. Lamentablemente, encontrar un donador es casi imposible…
Alicia: ¿Eso significa que me voy a morir?
Doctor Alcázar: No hay que adelantar conclusiones… puede que encontremos a uno, no hay que hacer suposiciones pesimistas.
Alicia: Usted ha dicho que es casi imposible. ¡Ya no quiero vivir así!
Alicia sale corriendo del consultorio, con el rostro bañado en lágrimas.
SEGUNDO ACTO
Alicia entra en una capilla, muy triste. Se arrodilla con lágrimas en los ojos y reza.
Alicia: Dios mío, por favor, concédeme una segunda oportunidad. No quiero morir… no quiero dejar a mi mamá sola, ni quedarme sin cumplir mis sueños. Sé que todavía hay mucho que puedo hacer con mi vida. Por favor Dios mío, no quiero perder la esperanza…
En ese momento, entra un joven vestido de blanco y se sienta a su lado.
Ángel: Dios nunca nos abandona, ¿sabes?
Alicia voltea a verlo, sobresaltada.
Ángel: Lo siento, no quise asustarte. No pude evitar escucharte. Y solo quería decirte que, sea cual sea el problema que tengas, no deberías perder la fe.
Alicia se limpia las lágrimas y se incorpora.
Ángel: Me llamo Ángel. (Le ofrece la mano).
Alicia (estrechando su mano): Alicia… disculpa, pero es que, en estos momentos tener fe me parece casi imposible.
Ángel: Entiendo como te sientes, pero yo sé porque te lo digo. Dios no se olvida de nadie, somos nosotros quienes solemos olvidarnos de él.
Alicia: Cuando una tiene tantos problemas, es muy difícil ser optimista.
Ángel: No te preocupes, de veras. Yo sé que Dios te ha escuchado. Y mira… (saca una rosa roja como por arte de magia y se la tiende), cada vez que sientas que pierdes la fe, solo mira esta flor.
Alicia: ¿Cómo…? ¿Cómo hiciste eso?
Toma la flor y la olfatea, cerrando los ojos.
Alicia: Muchas gracias…
Cuando voltea, Ángel se ha ido.
Alicia: ¿Qué? Adonde habrá ido… no importa, su plática me ha ayudado a conservar la esperanza. Voy a confiar en Dios.
TERCER ACTO
Alicia se encuentra leyendo un libro en la sala de estar de su casa, cuando suena el teléfono. Su madre va y atiende.
Mamá: ¿Hola? Sí… doctor Alcázar, sí, claro.
Alicia levanta la vista de su libro y la observa, ansiosa.
Mamá: ¿Cómo dice? ¿Está seguro?
Mira a su hija con mucha esperanza y sonríe.
Mamá: ¡Es maravilloso! Oh doctor, muchas gracias… sí, le diré de inmediato. Dios lo bendiga.
Cuelga el teléfono y Alicia se levanta,
Alicia: ¿Qué pasó, mamá? ¿Qué te dijo?
Mamá: Encontraron un donante, hijita. Te vas a poder operar.
Alicia: ¿En serio?
Mamá: Ay hijita, sí. (La abraza con cariño). Dios nos ha escuchado. Te dije que no dejaras de tener fe.
Alicia: Ahora lo sé, mamá. Dios nunca nos abandona.
FIN
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