Descripción: Tras enfermar su abuelito y ver la tristeza de su mamá, Angelita decide pedir un consejo a quien menos se lo esperan.
Personajes: Angelita, Matilde, Abuelito
PRIMER ACTO
Matilde, una mujer madura y de clase media, entra en escena llevando del brazo a un anciano que camina con dificultad. Él se ve decaído. Ella, muy preocupada.
Matilde: Ay papá, justo ahora esto tenía que pasarnos. ¡Un tumor en los pulmones! Dios mío, Dios mío…
Ambos se sientan en el sofá y ella parece a punto de echarse a llorar.
Abuelito: Hija, no te preocupes, todo estará bien. De todos modos yo ya soy muy viejo y tal vez, esto sea una señal de que…
Matilde: ¡No, papá! No lo digas ni en broma. No sé como voy a hacer, pero reuniré el dinero necesario para pagar el tratamiento que necesitas, ya verás.
Matilde abraza a su padre y ambos se quedan en silencio.
SEGUNDO ACTO
Angelita, una niña pequeña entra en escena. Su madre le sirve la comida y ayuda a su abuelito a sentarse.
Angelita: Abuelito, ¿es cierto que tienes un tumor en tus pulmones? ¿Por eso te has sentido tan mal?
Matilde (asustada): Angelita, ¿cómo te enteraste de eso?
Angelita: Es que estuve hablando con Jesús, mamá. Le pregunté porque estabas tan triste y porque el abuelito se había enfermado tan de repente. Él fue quien me dijo, te lo juro.
Matilde: ¿Jesús? ¿De quién estás hablando?
Angelita: De Jesús, mami. En el crucifijo que tienes en tu habitación, todos los días platico con él, ¿sabes?
Abuelito (riendo): No cabe duda de que esta niña tiene una gran imaginación, hija. (Tose con incomodidad y se toca el pecho).
Matilde: Papá, ¿estás bien? Ten cuidado, por favor. Recuerda lo que dijo el doctor.
Angelita: No te preocupes, abuelito. Ya le he pedido a Jesús por tu salud y él me prometió que te ibas a curar, solo tienes que tener tanta fe como yo.
Abuelito (sonriendo): Me alegro mucho de escuchar eso, Angelita. No nos queda más que confiar en él, ¿verdad?
De pronto, la sonrisa del anciano se desvanece y se toca otra vez el pecho, tosiendo más fuerte que antes.
Matilde: ¡Papá!
Abuelito: Matilde… no me siento bien… llévame al hospital… por favor…
Matilde toma su bolso con prisa y le ayuda a levantarse, antes de salir del escenario.
Matilde: ¡Angelita, quédate aquí! ¡No te preocupes por el abuelo!
Desaparecen del escenario y Angelita agacha la cabeza.
Angelita: Solo espero que Jesús tenga razón sobre mi abuelito.
TERCER ACTO
Angelita está durmiendo en el sofá, cuando su madre entra en escena, despertándola.
Angelita: ¡Mamá! ¿Qué pasó con el abuelito? ¿Está bien?
Matilde: Ay hijita, no sabes…
Angelita la mira, temiendo lo peor. Su mamá la rodea con los brazos y se echa a llorar.
Matilde: Su tumor resultó ser benigno, los doctores lograron operarlo. Ahora él se está recuperando en el hospital, pero dentro de poco lo tendremos con nosotras de nuevo.
Angelita: ¿Ves, mamá? Te dije que Jesús tenía razón, él dice que con fe no hay nada que sea imposible.
Matilde besa la frente de su hija y ambas se abrazan con cariño.
FIN
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