Descripción: Tras quedar atrapado entre los escombros luego de un terremoto, Enrique tendrá que apelar a su fe para sobrevivir.
Personajes: Enrique, Marta, Angelita, Paramédicos
PRIMER ACTO
En el interior de un apartamento semidestruido, yace Enrique, desorientado y atrapado entre unos escombros. Intenta retirar una viga de encima de sus piernas y emite un grito de dolor. Una voz femenina lo llama, fuera de escena.
Marta: ¿Enrique?
Enrique (gritando): ¡Marta! ¡Marta, estoy aquí!
Marta: ¿Estás bien?
Enrique: Me he quedado atrapado. Creo que el terremoto derrumbó la mitad del edificio. ¿Tú cómo estás?
Marta: Estoy bien, no te preocupes. Escucha Enrique, el equipo de rescate vendrá a sacarnos pronto. Trata de mantener la calma.
Enrique suspira y mira hacia el cielo. Tiene lágrimas en sus ojos.
Enrique: Solo quiero salir de aquí.
SEGUNDO ACTO
En la penumbra, Enrique vuelve a gemir de dolor.
Enrique: ¿Marta? ¿Marta, sigues ahí?
No hay respuesta. De repente, una pequeña luz se enciende en un extremo del escenario y él se sobresalta.
Enrique: ¡Gracias a Dios! ¿Hay alguien ahí? ¿Han venido a ayudarme? ¡Por favor!
Sale de entre los escombros una pequeña niña, arrastrándose a gatas. Trae un camisón blanco y está descalza.
Enrique: Pero… ¿quién eres tú? ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Estás bien?
Angelita: Me llamo Angelita y vivo en este edificio.
Enrique: ¿Qué pasó con tus padres? ¿También están atrapados?
Angelita: Ellos se murieron hace mucho tiempo, ahora estoy yo solita.
Enrique: ¿Cómo? Pero debes tener a alguien.
La niña sonríe, se saca una medallita del cuello y se la entrega.
Angelita: Mira, esta medallita es de Jesús, él te va a proteger mientras estés aquí. Quiero que la tengas y que no pierdas la fe. A cambio, me gustaría que me prometieras algo.
Enrique: ¿Qué cosa?
Angelita: Acuérdate de mí. Llevo mucho tiempo solita y extraño a mis papás.
Enrique observa la medallita sin notar como la pequeña sale de escena. Levanta la cara y la vuelve a llamar.
Enrique: ¿Angelita? ¡Angelita! ¿Dónde te fuiste?
El sonido de una pared siendo derrumbada lo asusta y acto seguido, se escuchan fuera de escena las voces de dos paramédicos.
Paramédico 1: ¡Lo encontramos! Repito, ¡lo encontramos!
Paramédico 2: Movilicen al equipo completo hasta esta zona del edificio.
TERCER ACTO
En una habitación de hospital, Enrique mira la medallita en su mano con extrañeza. A su lado, una mujer le acaricia el pelo.
Enrique: ¿Estás segura de lo que leíste, Marta?
Marta: Sí. Hace una década, hubo otro sismo que daño la estructura del edificio de apartamentos. Murieron varias personas, entre ellos una pareja que tenía una hija pequeña, llamada Ángela. Todos eran muy devotos.
Enrique: Es que… parece imposible. (Vuelve a mirar la cadenita). ¿Tú crees que ella haya estado deambulando por ahí todo este tiempo?
Marta: A estas alturas, yo ya no sé que creer. Sin embargo, gracias a este milagro es que ahora te tenemos con vida, mi amor.
Marta lo besa en los labios.
Enrique: Gracias a Dios y a esa niña pudimos salir de esta. Nunca voy a olvidarla, ¿sabes? Cuando salgamos del hospital, quiero que vayamos a la capilla a pedir por ella, para que descanse en paz. Es lo menos que puedo hacer.
FIN
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