San Ignacio de Loyola Vizcaínas es una escuela muy antigua construida a mediados del siglo XVIII.
Fundada por vascos residentes en la Nueva España encabezados por Francisco de Echeveste, Manuel de Aldaco y Ambrosio de Meave
En un edificio barroco construido por el arquitecto José Miguel de Rivera Saravia y que ocupa una manzana entera en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La escuela tiene muchos relatos de terror debido a que es muy antigua y esta es una de las más escalofriantes.
Se cuenta que ahí estudió un niño que era muy aplicado,tena buenas notas y muchos amigos.
A él le gustaba mucho hacer deporte como natación, fútbol pero lo que más le gustaba en todo el mundo era el karate. Le comentó esto a sus padres y ellos, como premio de sus buenas notas, lo metieron al taller de karate que daban en la misma escuela.
El era el que más ganas le echaba de todos los niños que estaban en el taller, por eso,todos lo admiraban, incluso el profesor.
A el la gustaba tanto pero tanto el que soñaba con llegar a ser un profesor de karate algún día.
Poco tiempo después, cuando al fin estaba por conseguir su cinta negra, con la que va vía soñado tanto tiempo, el taller cerró por razones desconocidas y a los papás les regresaron su dinero sin decir nada.
Cuando el niño se enteró de esto entró en una profunda depresión. Dejó de ser aquel niño con buenas notas para convertirse en un niño con pésimas notas y varios exámenes reportados, también dejó de ser aquel niño aplicado para convertirse en el niño más problemático del salón pues le pegaba a sus compañeros y amigos y la maestra lo lo había llevado a la dirección varias veces.
Extrañaba tanto el taller de karate que por las noches soñaba que la entregaban su cinta negra y la habitación estaba llena de aplausos, pero luego se echaba a llorar al darse cuenta que solamente era un sueño.
Cada vez estaba peor, ya no conversava con nadie y se estaba mayor tiempo encerrado en su habitación que hablando con sus padres estos lo llevaron con varios psiquiatras pero él no quería decirle nada a cualquier extraño, y eso fué un grave problema.
Un mal día tomó su cinta café y fue al salón de karate, encendió la luz, vió por última vez el salón y se ahorcó con su cinta, arrojó sangre por la boca porque obviamente se había lastimado severamente la garganta, el estaba llorando estaba arrepentido de haber hecho eso por una tontería, si lo hubiera pensado mejor le habría dico a sus padres para tomar el taller en otro lugar.
Y eso fué lo último que pensó antes de perder la vida.
Se hizo el funeral del niño y todos sus familiares y amigos estaba muy deprimidos por el suicidio del niño.
Sus padres eran los más afectados pero murieron al caer en un precipicio durante un viaje en carretera un mes después de la muerte del niño.
Pero cuenta la leyenda que todos los días a la media noche, cuando ya no queda nadie dentro de las a instalaciones del colegio, se enciende y apaga la luz del salón y el espíritu del niño corre alrededor de todo el salón de karate y se pone a gritar «porqué lo hice» ya que esta arrepentido de haberse suicidado cuando pudo haber vivido mucho más tiempo.
☆♡Jimena Fernanda Suárez Sixtos♡☆
Totalmente estupido el cuento
Estudie en el Colegio de las Vizcainas y creo que la historia de esa hermoso edificio ofrece miles de posibilidades para crear una buena historia de terror. La idea de un niño que se suicida por no asistir a un taller de karate queda muy pequeña ante tantas otras opciones que podrías haber elegido. Da la impresión de que desconoces del todo la historia de este Colegio y un buen escritor esta obligado a informarse antes de escribir. En otras palabras, desperdiciaste la posibildad de una buena historia con un escenario impresionante y la convertiste en una historia intrascendente.