Descripción: Esta obra corta de teatro nos habla acerca del perdón. Después de estafar a su hermano, Luis recibe una valiosa lección gracias a su fe.
Personajes: Luis, Ricardo, Diana, Don Heriberto
PRIMER ACTO
En un bar que se ve de bajos recursos, Luis está en la barra, emborrachándose y haciendo el ridículo. De pronto entra una joven y lo toma por el brazo.
Diana: ¡Luis! ¿Qué estás haciendo? Vamos, ven a mi casa.
Luis: ¡Déjame, Diana! Soy un fracasado, no valgo nada.
Diana: ¿No ves que te estás destruyendo? Ven a mi casa, yo te puedo ayudar.
Luis: No te conviene ser amiga de un tipo como yo, soy un asco.
Diana: ¿Por qué dices eso?
Luis se echa reír irónicamente.
Luis: Hace dos meses estafé a mi propio hermano y me fui de casa con todo su dinero. Lo dejé solo con mi padre enfermo. Y ya ves, ni robar tanto dinero me sirvión, ¡por qué todo me lo he ido gastando en el alcohol y el juego! Soy la peor basura del mundo.
Diana: ¿Qué dices? Vamos ya.
Lo ayuda a levantarse y hace que se apoye en ella para salir del bar.
SEGUNDO ACTO
Luis y Diana están en casa de esta última. Él parece tener dolor de cabeza, pero Diana le da unas pastillas y un vaso de agua.
Diana: ¿Te sientes mejor?
Luis: ¿Por qué me ayudas? ¿No escuchaste nada de lo que te dije? Hazme caso, no te conviene juntarte conmigo.
Diana: Pero lo hago porque quiero y porque sé que puedes cambiar. Tú no lo sabes, pero hace años era igual que tú. Estaba sola, desesperada y hundida en los vicios. Pero algo me dio fuerzas para ser una mejor persona. (Se saca una cadenita con una cruz que lleva colgada al cuello). Mi fe en Jesús. Él me enseñó que nunca es tarde para empezar y que el perdón cambia a la gente.
Diana le pone una mano en el hombro.
Diana: Hazme caso, Luis. Deja de beber y busca a tu familia. Si ellos te aman, sabrán perdonarte.
TERCER ACTO
Ricardo y Don Heriberto, hermano y padre de Luis respectivamente, se encuentran sentados a la mesa de su casa, uno leyenda el periódico y el otro desayunando. Cuando tocan a la puerta, se miran entre sí.
Don Heriberto: ¿Quién podrá ser?
Ricardo se levanta y abre la puerta. Ahí aparece Luis cabizbajo.
Ricardo (sorprendido): Luis, pero ¿qué haces aquí?
Luis: Hola, ha pasado mucho tiempo.
Don Heriberto: ¿Luis? ¿Eres tú?
Luis: ¿Puedo pasar?
Ricardo se hace a un lado, mirándolo en silencio.
Don Heriberto: Pensaba que nunca más tendríamos noticias tuyas.
Luis: Lo sé, pero necesitaba volver para pedirles que me perdonaran. Sé que no lo merezco. (Se vuelve a su hermano). Perdóname Ricardo, por haberte quitado tu dinero. Estaba desesperado y no tenía fe en mí, ni en nadie. Pero una amiga me enseñó lo importante que es recapacitar. Prometo trabajar muy duro para devolverte todo.
Ricardo se acerca a su hermano y lo abraza.
Ricardo: Hace mucho tiempo que te perdone. Lo importante es que has vuelto a nosotros, hermano.
Don Heriberto se una al abrazo de sus hijos.
FIN
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