Personajes:
– Paulina: Es la pareja de Javier. Tiene 24 años y es una niña de lo más consentida, pero en el fondo no tiene nada de maldad.
– Javier: Es la pareja de Paulina. Huérfano desde los 8 años. Tiene 32 años y en su cara se puede apreciar que tiene mucha barba. Tiene un carácter posesivo que roza la obsesión.
ACTO I
(Los personajes que intervienen en éste acto son Paulina y Javier)
El salón tiene una luz tenue en el ambiente, todo amueblado con toques minimalistas. Javier se encuentra sentado en un taburete, junto a la barra americana en la que se encierra tras ella en una estantería muchísimas botellas de alcohol. Javier se encuentra desanimado, así que se acerca hasta las botellas y coge la de Whisky. Se sirve un vaso.
Javier: ¿Dónde se habrá metido ésta mujer?
Javier mira el reloj de su muñeca con desesperación.
Javier: Debería de haber llegado ya, por Dios, ¡son las 3:00pm de la madrugada!Javier resopla y se termina el Whisky de un trago. Vuelve a llegar el vaso con prisa y se queda mirando el fondo de éste.
Javier: Paulina… , ¡Pauliiina!…
Javier comienza a llorar desconsoladamente. Se escucha el sonido de unas llaves, es Paulina que acaba de llegar a casa. Cuelga su chaqueta azul en el perchero y nada más entrar se encuentra con el panorama; a Javier llorando y emborrachándose mientras grita su nombre.
Paulina: Pero… , ¿Javier?
Paulina se acerca a Javier cuidadosamente, desconcertada por la situación. Javier sigue llorando y se tapa la cara en cuánto ve a Paulina entrar.
Paulina: ¿Qué es lo que te ha pasado, cariño?
Paulina acaricia el pelo de Javier. Javier levanta la cabeza enfadado.
Javier: ¡Aún tienes la cara de preguntar qué ha pasado!
Javier está furioso. Paulina retrocede por lo menos unos cuatro paso hacia atrás, confusa al ver a Javier gritándole.
Paulina: Pero…
Javier: ¡Peros y peros! ¡Pero nada! ¿Con quién has estado Paulina? ¿Ya me los has estado poniendo?
Paulina: ¡Pero qué dices! Anda… échate un rato eh, que yo vengo de trabajar. ¿O es que acaso has olvidado que soy camarera? Por si no lo sabes, las camareras a veces terminamos de trabajar en la madrugada, ¡y encima nunca tenemos vacaciones!
Paulina, a medida que va explicándose va de un lado al otro lado del salón, sin parar. Javier se levanta del taburete con el vaso de Whisky en la mano.
Javier: Sí, claro… trabajando. ¡Qué casualidad! Trabajando, pero bien que no pillas el móvil, pillina…
Paulina: ¡¿Desde cuándo puedes coger el móvil trabajando?!
Javier: ¡Pues desde siempre! Anda que no he visto a camareros coger el móvil en su horario de trabajo.
Javier simula estar con un móvil invisible.
Javier: En esos ratos donde no estáis haciendo absolutamente nada, porque el bar está vacío… ¡vacío a las tres de la madrugada!
Paulina comienza a dar pequeñas pataditas al suelo, cierra los ojos y cuenta hasta diez.
Paulina: Pero mi amor… ¡yo no soy capaz de estar con otra persona que no sea contigo!
Se acerca a Javier, tratando de tranquilizarlo. Javier se queda paralizado en cuánto nota que Paulina le toca el cuello.
Javier: Entonces… ¿no has estado con nadie?
Paulina: Hombre, he estado con María, mi compañera no te jode. Pero, ¿con quién te piensas que voy a estar?
Javier le da la espalda a Paulina, intimidado.
Javier: Pues, no sé… quizá con algún hombre que sea más guapo que yo, más inteligente…
Paulina: Anda, ven aquí y deja de decir tonterías.
FIN
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