Existe una leyenda entre las personas de nuestro remoto pueblo perdido en las selvas europeas, sobre una muchacha con un don prodigioso y su condena a permanecer encerrada en lo más alto de una torre oscura. No, sé lo que estás pensando. No es esa historia. Los cuentos de hadas se han encargado de tergiversar historias que alguna vez, fueron más oscuras y siniestras de lo que nadie podía imaginar.
Por qué esta chica no era ninguna princesa, y no había en su destino ningún amor que le salvara de su encierro eterno. Tampoco existía ninguna hechicera que la mantuviera cautiva, pues su maldición consistía en su propia habilidad.
Cuentan que esta joven solía ser una anciana muy enferma, que vivía en la más miserable soledad en una de las casas del pueblo. Para sanar su enfermedad y recuperar la juventud perdida, decidió ir a lo más profundo del bosque; ese punto siniestro del que han llegado todas las cosas extrañas y encontrar una raíz que oprimía a un seto de rosas muertas.
La vieja comió la raíz con avidez, destrozándose las encías y desgarrando su garganta, pues esta tenía afiladas espinas que habrían acabado con cualquiera. Pero con ella no. A ella la sanaron y la hicieron rejuvenecer más de cincuenta años, dándole la apariencia de una chica lozana y hermosa con cabellos de oro.
La anciana regresó a su casa donde pronto atrajó la atención de decenas de pretendientes. Contenta con su nueva suerte, comenzó a aceptar regalos y halagos de todo tipo. Mientras tanto, su melena seguía creciendo sin control. Entonces comenzaron las primeras desgracias. Los hombres morían colgados, se tropezaban entre aquellas hebras mortales o se asfixiaban intentando llegar hasta ella, enloquecidos con su belleza.
Ella intentó cortarlo sin ningún éxito. La misma raíz que la había salvado ahora la condenaba a ser un peligro latente.
Se exilió a si misma en lo alto de una torre oculta en lo más recóndito del bosque, justo sobre el mismo lugar donde alguna vez habían muerto aquellas rosas. Y allí, su corazón se endureció por la soledad y enormes matas de oro se apoderaron del sitio, impidiéndole salir.
Y allí permanecerá hasta el fin de los días, o hasta que suba alguien que sea capaz de liberarla de esa oscura existencia mortal.
Es poco probable que pase.
Varios hombres han intentado llegar hasta ella, atraídos por el mito de lograr gran riqueza si lograban cortar tan solo uno de aquellos mechones de cabello. A ninguno se le pudo ver regresando con vida. Dicen que sus cadáveres yacen colgando de la torre, entre inmensas telarañas de cabello dorado que son como un laberinto sin fin.
Dicen también que solo unos pocos logran sortear esta trampa para llegar hasta la última habitación donde se resguarda la joven. Y los que lo logran, lejos de salir con vida, se ven obligados a permanecer con ella para siempre.
Si alguna vez caminas por el bosque y te topas con una torre misteriosa, aléjate sin mirar atrás.
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