Mi nombre es Diego, había formado un grupo de investigación paranormal con unos amigos. Era un trabajo escolar, así que decidimos ir a un antiguo hospital abandonado, el cual se situaba en las afueras de la ciudad. Preparamos todo el equipo pues planeábamos pasar la noche ahí, cámara, micrófonos, etc.
Llegada la noche nos separamos en equipos de dos y fuimos a explorar por si veíamos algo interesante. Pasada media hora y tras no encontrar nada, pensábamos regresar con el resto del grupo. Al reunirnos, todos nos dijeron que tampoco habían tenido suerte. De cualquier manera, creíamos que deberíamos quedarnos una noche más. Después de cenar uno de mis amigos dijo que iría al baño, pasó un rato y escuchamos un grito, de inmediato agarramos las linternas y fuimos a investigar. Me quedé pálido al ver que a mi amigo estaba convulsionando y a su lado había una niña vestida de blanco mirándonos fijamente.
Salimos corriendo sin mirar atrás, en ese momento escuché la voz de otro de mis amigos gritando:
– ¡Ayuda!
No miré y seguí corriendo, volteé y me di cuenta de que se llevaba a mis amigos.
Al alcanzar la puerta, continué hasta llegar a la ciudad. Una vez en casa, le conté lo sucedido a mis padres. Al día siguiente volví al hospital y ya no encontré a mis amigos.
¡Sé el primero en comentar!