Descripción: En el cuarto vacío de un hotel, hay un espectro que se aparece todas las noches. Pero estar frente a él podría ser tu peor pesadilla.
Personajes: Señorita Rogers, Bill, Botones, Recepcionista
PRIMER ACTO
Se muestra en el escenario la recepción de un hotel. Hay un hombre bien vestido que atiende tras el mostrador. De pronto, un hombre entra arrastrando una maleta tras de sí.
Bill: Buenas noches, ¿es tarde para alquilar una habitación?
Recepcionista: Desde luego que no, señor. Treinta dólares la noche.
Bill saca su cartera y deja el dinero sobre el mostrador.
Bill: Regístrame por dos noches entonces. Necesito subir a descansar cuanto antes.
Recepcionista: Desde luego, señor. (Toca un timbre y al instante, aparece un muchacho con uniforme de botones). Haz el favor de subir el equipaje de nuestro huésped a la habitación 126.
Botones (alarmado): ¡¿La 126?!
Recepcionista (molesto): Sí, la 126, ¿no me escuchó?
El botones toma la maleta y sale de escena.
Bill: ¿Hay algo malo con esa habitación que deba saber?
Recepcionista: Desde luego que no, solo un problema de fontanería que ya hemos resuelto. Además, de cualquier manera, esla única que queda disponible. Pero pasará usted una excelente noche, descuide.
Bill: Eso espero.
SEGUNDO ACTO
Bill y el botones entran en una habitación de hotel limpia pero algo anticuada.
Botones: Aquí estamos, espero que pase buena noche, señor.
Bill: Muchas gracias.
El botones está por salir y se detiene.
Botones: Señor, ¿puedo darle un consejo?
Bill: ¿Un consejo?
Botones: Si yo fuera usted no me miraría en el espejo hasta en la mañana (señala un espejo colgado en el rincón).
Bill: ¿Por qué? ¿Qué pasa con él? ¿Es esto una broma?
Botones: ¡Solo hágame caso, señor! Por su bien. (Se retira apresuradamente).
Bill: Vaya tipo loco, debe estar drogado. (Mira el espejo con duda). Yo no veo nada malo. (Se acerca para observar mejor su reflejo y frunce el ceño. Detrás de él, el armario comienza a abrirse y una mano ensangrentada sale de entre las puertas). ¡¿Qué es eso?! ¡Dios mío!
Una chica joven, vestida de negro y salpicada de sangre sale del armario. Se acerca lentamente a Bill y este se encoge de terror en una esquina, gritando.
Chica: Yo era muy joven cuando me mataron aquí, nadie hizo justicia por mí. (Se inclina ante Bill con mirada maniática). No debiste mirar en mi espejo.
Lo último que se ve antes de que se cierre el telón, es como ella saca un trozo de vidrio de entre sus ropas y se abalanza sobre él.
TERCER ACTO
El recepcionista vuelve a aparecer hablando por teléfono en la recepción.
Recepcionista: Sí, en la 126, el pobre hombre se suicidó… había dejado pagada la habitación para dos noches, una lástima… por favor, manden a los chicos de la morgue de inmediato.
Cuelga el teléfono, frustrado. El botones aparece de nuevo ante él.
Recepcionista: ¿Revisó la cartera del huésped?
Botones: Sí, su familia ha sido contactada.
El recepcionista refunfuña.
Botones: ¿Por qué no le cntó lo de la señorita Rogers?
Recepcionista: ¡Usted ya sabe que eso no es más que una leyenda urbana! Ese hombre se suicidó, a saber que problemas traería. Ahora no más preguntas. No quiero escuchar nada más de la habitación 126.
FIN
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