Descripción: Al hospedarse en una misteriosa habitación de hotel, Ramón descubrirá un secreto escalofriante.
Personajes: Ramón, Recepcionista, Mujer colgada
PRIMER ACTO
En el vestíbulo de un hotel elegante, vemos a un recepcionista que aburrido lee un libro. De pronto entra un hombre con aspecto de turista, arrastrando una maleta y bastante cansado.
Ramón: Buenas noches.
Recepcionista: Buenas noches.
Ramón: Me llamo Ramón Fuentes, quisiera alquilar una habitación.
Recepcionista: Lo siento, señor. Todos nuestros dormitorios se encuentran ocupados.
Ramón: ¿Todos? Que raro, si ni siquiera es temporada alta. ¿Está seguro de que no le queda ninguno?
El recepcionista parece pensarlo un poco.
Recepcionista: En realidad nos queda un dormitorio, pero no le recomiendo que lo alquile. La verdad es que ninguno de nuestros huéspedes ha dormido bien ahí.
Ramón: Tonterías, buen hombre. Yo vengo tan cansado que dormiría prácticamente en cualquier lugar, ¡lo tomo!
El recepcionista suspira.
Recepcionista: No diga que no se lo advertí. Firmé aquí por favor.
Ramón le entrega su tarjeta para pagar y pone su firma en un libro de visitas. Luego, el recepcionista le entrega una llave.
Recepcionista: Habitación 108.
SEGUNDO ACTO
Ahora vemos un dormitorio en penumbra, apenas iluminado por una tenue luz que cae en el escenario sobre Ramón, quien duerme apaciblemente en la cama. De pronto, se escucha un ruido. Es como un rechinido que despierta a Ramón.
Ramón: ¿Qué es eso?
El sonido vuelve a hacerse notar, aumentando un poco. Asustado, Ramón extiende una mano hasta una lámpara cercana… y cuando enciende la luz, nota que hay una mujer colgando del techo, justo frente a él.
Ramón grita de terror.
Ramón: ¡¿Dios mío?! ¡¿Qué es esto?!
Inexplicablemente, el cuerpo inmóvil de la mujer comienza a convulsionarse mientras una música tenebrosa se apodera de la escena. Es entonces cuando la escuchamos lanzar un angustioso gemido de ultratumba, que hace que nuestro protagonista salte de la cama.
Ramón: ¿Qué… qué…?
Cuando la mujer vuelve a moverse, emitiendo un tenebroso crujido de huesos, Ramón sale despavorido de la habitación, aún en pijama.
TERCER ACTO
Ramón aparece en recepción, donde el recepcionista continúa leyendo su libro y tomando una taza de café.
Ramón: ¡Oiga! ¡Oiga! ¡No sabe usted lo que acabo de ver! ¡Me he llevado el susto de mi vida!
El recepcionista lo mira muy serio.
Recepcionista: La ha visto, ¿verdad?
Ramón se queda mudo.
Recepcionista: Le advertí que no tomara esa habitación.
Ramón: ¡¿Cómo?! ¡Usted no me advirtió nada! ¡No me dijo lo que había realmente ahí!
Recepcionista: Tengo la impresión de que usted no me había creído. Nadie lo cree hasta que pasan una noche en la habitación 108 y lo ven con sus propios ojos.
Ramón: ¿Quién era esa mujer? Cuando entré, no había nadie.
Recepcionista: Hace muchos años, ella alquiló la habitación 108. Iba a quedarse una semana. En tres días jamás la vimos salir hasta que una de las empleadas de limpieza, extrañada por el mal olor que brotaba del interior, la encontró colgada. Desde entonces no deja de aparecer.
Ramón: ¿Pero por qué? ¿Por qué se suicidó de esa manera?
Recepcionista: Me temo que eso es algo que jamás sabremos.
FIN
Dame tu biografía cuando nasiste y eso esta obra la use para un trabajo de la escuela
muchas gracias, es una buena obra.