Hace mucho tiempo, en un archipiélago llamado Nantucket, ubicado en la isla de Massachusetts, se encontraba un mansión embrujada. Se dice que aquella mansión fue alquilada por una familia que fue de vacaciones al archipiélago, ellos tenían una hija de diecisiete años, llamada Estefanía.
Una noche de tormenta, mientras la muchacha dormía sola en un cuarto, se le apareció el fantasma de una mujer. Estefanía pegó un grito desesperado y la sombra de aquella mujer desapareció.
Sus papas corrieron a verla y ella les contó todo. Su padre le relató una historia sobre aquella sombra, conocida como la viuda blanca. Se decía que hace bastante tiempo, ahí habitaba otra familia, el padre era un capitán muy conocido, su esposa era de una familia de alcurnia. Ambos tuvieron un hijo.
Un día el capitán salió en una misión, tenía que cruzar el Océano Atlántico sorteando fuertes corrientes. Lamentablemente el buque se hundió y él perdió la vida junto a su tripulación. Tiempo después su esposa desapareció junto a su hijo.
Estefanía empezó a investigar aquella historia con unos amigos que tenía en la isla. Lo único que descubrieron, hacia el final de las vacaciones, fue que los fantasmas habían quedado atrapados en la ciudad por el hechizo de una antigua bruja.
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