Aunque no lo parezca, África es una tierra donde el horror ha echado raíces, originando todo tipo de historias escalofriantes y tan sanguinarias como las que nos llegan desde Asia, América y Europa. Las leyendas africanas de terror que te contamos a continuación, hablan sobre criaturas oscuras que forman parte de la mitología de diversas tribus.
¿Te atreves a conocerlas?
Las Adze

Los vampiros han existido desde siempre en las culturas de muchos países y África no es la excepción. En los países de Togo y Ghana se cree en la existencia de las Adze, peligrosas vampiresas que tienen el poder de cambiar de forma y se alimentan de la sangre de los humanos. Su truco preferido es el de adquirir la apariencia de hermosas jovencitas para tentar a los hombres. Una vez que los tienen entre sus brazos, se prenden a ellos como sanguijuelas y beben de su sangre hasta matarlos.
No obstante también tienen otros métodos para engañar a quienes no se dejan arrastrar por la lujuria. Como el de convertirse en escarabajos.
Se cuenta que hubo una ocasión en la que un poderoso hechicero, practicante de magia negra, tuvo un encuentro con una de estas espeluznantes criaturas. Dicho hombre era conocido en su pueblo por hacer todo tipo de brebajes y rituales para perjudicar a los demás, y era muy temido y respetado.
Un día y para sorpresa de la gente, el brujo cayó enfermo. Era algo totalmente insólito, después de gozar de estupenda salud y comer en abundancia. No obstante cada día estaba más pálido y delgado, no tenía fuerzas para levantarse de la cama y su piel se estaba secando. Finalmente murió y sus vecinos entraron en casa para recoger el cadáver. Fue cuando notaron con espanto que, debajo de la piel, algo se movía.
Le hicieron un corte en el brazo y su piel se abrió como si fuera papel, mostrando un enorme escarabajo que aparentemente, le había estado chupando la sangre. Aunque el bicho fue encerrado en un pequeño pote de cristal, este fue encontrado roto al día siguiente, sin que hubiera rastro del insecto.
A pesar de la violencia con la que despedazan a sus víctimas, las Adze se caracterizan por respetar a los inocentes. Siempre buscan a personas dañinas para la sociedad, como los ladrones, los violadores y los asesinos. La leyenda enfatiza la importancia de tener un buen corazón para mantenerse a salvo de estos mortíferos seres.
El Ninki Nanka

El Río Gambia, uno de los más extensos del continente africano, es venerado y temido por los pescadores que habitan en las cercanías, pues se dice que en sus profundidades habita el Ninki Nanka, un monstruo abominable que se asemeja a un dragón y combina las características de un cocodrilo, una jirafa y un caballo. Mide unos 15 metros de largo y es sumamente mortífero.
Desde hace siglos, su existencia se cuenta en los mitos de cientos de tribus gambianas a través de las leyendas orales. En algunas se dice que es en realidad un espíritu malvado, que gusta de adoptar la forma de esta criatura gigantesca para atormentar a los humanos.
El Ninki Nanka sale de vez en cuando a la superficie para devorar sin compasión a los pescadores y a las personas que se bañan a la orilla del Gambia.
Los árboles malditos

Otra de las leyendas africanas de terror más conocidas es la de los árboles devoradores de hombres, típica en Madagascar. Aquí, se advierte que las personas no deben acercarse en demasía a ningún árbol, sobre todo de noche, pues este podría atraparlas entre sus ramas y devorarlas enteras.
La historia cuenta que una familia se encontraba en medio de la selva, buscando algún lugar en el que refugiarse para pasar la noche. De un instante a otro, uno de los miembros desapareció tras buscar algo de sombra al pie de un árbol. La sangre se les heló cuando escucharon la voz de su pariente desaparecido, suplicando ayuda a través de la corteza.
Rápidamente, la madre acudió con el pájaro carpintero, ofreciéndole un tributo a cambio de perforar el tronco y liberar a su prisionero. Así fue como logró salvarse y de ahí en adelante, la familia no volvió a confiar en la selva.
El Kongamoto

Aunque los dinosaurios se extinguieron hace millones de años, se cree que existen rincones remotos en el planeta, donde las especies más insólitas y escasas podrían haber sobrevivido, dando origen a todo tipo de sucesos macabros e inexplicables. En regiones como el Congo o Zambia, se habla de un enorme monstruo llamado Sasabonsam, Olito o Kongamoto, que sobrevuela el cielo en manadas.
El Kongamoto es un reptil con grandes alas, muy parecido al extinto pterodáctilo. Tiene una boca larga y en forma de pico, de la que sobresalen unos colmillos afilados y espeluznantes. No es de naturaleza violenta, pero su sola visión provoca pavor en cualquier testigo.
Si bien nunca se ha confirmado su existencia, a día de hoy siguen siendo muchos los testimonios de personas que aseguran haber visto uno o varios en África.
El Biloko

En Zaire, país africano del Congo con abundantes regiones tropicales, se dice que habitan unos espíritus responsables de proteger la selva. sin embargo son muy crueles y no tienen compasión con las personas que se cruzan en su camino. Se les conoce como Bilokos y son descritos como criaturas pequeñas, de diabólica apariencia y muy peligrosas. Son resentidos por naturaleza y el solo hecho de mostrarse ante un ser humano, puede hacerle perder la razón.
En cierta ocasión, un viajero andaba por la selva sin precaución, cuando a lo lejos escuchó un sonido que lo puso alerta. Comenzaba a ponerse el sol y la luz que se filtraba entre los árboles era escasa. Tratando de orientarse para llegar a su aldea, aceleró el paso, cuando el ruido volvió a alterarlo. Allí, a través de un espeso matorral, dos ojos brillantes vigilaban sus movimientos.
Al principio creyó que se trataba de una bestia y tuvo el impulso de echarse a correr. Pero entonces, un ser diminuto y de apariencia horrible saltó ante él, observándolo de forma maliciosa y amenazante…
Cuando los habitantes de su aldea lo encontraron vagando por los alrededores, el hombre parecía desorientado. No dejaba de temblar ni de balbucear incoherencias acerca del monstruo que lo había interceptado en las afueras. Nunca supieron exactamente que fue lo que le ocurrió, pero seguros estaban de que aquel encuentro había sido obra del Biloko.
Historias como esta, se dice, han sido contadas por personas aterrorizadas que estando en la selva, fueron a parar adonde no debían.
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