Descripción: Iosef, un superviviente del holocausto, vuelve a casa para buscar a su hermano encontrándose con una triste realidad.
Personajes: Iosef, Teresa, Shmuel, Angelika, Petr, Oficiales nazis
PRIMER ACTO
Se abre el telón y vemos una sala de estar vacía, con los muebles tirados y revueltos, y la ventana rota. Entran en escena Iosef y Teresa. Él es un hombre que se ve muy flaco y demacrado, y ella una mujer de semblante decaído.
Iosef: Dice que se los llevaron… a todos… (avanza hasta el centro de la estancia en shock).
Teresa (triste): La policía secreta vino por la noche a hacer el arresto. Escuchamos sus gritos pero no podíamos hacer nada… teníamos miedo.
Iosef: Mi hermano… mi hermano y su familia, ¿fueron arrestados?
Teresa: Alguien debió denunciarlos, nadie aquí sabía que eran judíos.
Iosef: ¿Pero quién? ¿Quién pudo hacer algo así?
Teresa: Le contaré lo que sé. Shmuel y Angelika estuvieron viviendo aquí por meses con el pequeño Petr. Yo y un par de vecinos les ayudábamos de tanto en tanto con comida o cosas para el aseo, pues el dinero escaseaba mucho. Pero era muy arriesgado. Alguien en el edificio tuvo que delatarlos. Todo concluyó aquella noche en que se presentaron unos oficiales de la Gestapo…
SEGUNDO ACTO
Hemos retrocedido unas cuantas semanas atrás y vemos la misma habitación, muy limpia y ordenada pero bastante humilde. Shmuel y Angelika, su esposa, se encuentra sentados a la mesa con su pequeño hijo Petr, de cinco años. Shmuel recita una oración en hebreo cuando alguien toca a la puerta violentamente.
Angelika abraza a su hijo, asustada. Shmuel se queda en su sitio, paralizado.
Oficial: ¡Abran! ¡Somos la policía secreta!
Shmuel abre temblando y tres oficiales nazis entran, empujándolo.
Oficial: ¡Recojan sus cosas! ¡Quedan arrestados!
Angelika rompe a llorar y abraza con más fuerza a su hijo.
Shmuel: ¿A dónde nos van a llevar?
Oficial: ¡Eso no es asunto suyo! Dígale a su familia que haga las maletas. No pueden transportar pertenencias de más de tres kilos de peso por persona.
La familia comienza a recoger lo poco que tienen ante los gritos del oficial y luego, salen por la puerta mientras dos de ellos se quedan registrando todo. Vuelcan los muebles, abren los cajones y decomisan las pocas cosas de valor que encuentran.
Luego salen dejando todo en silencio.
TERCER ACTO
De vuelta al presente, Iosef agacha la cabeza mientras Teresa le toca el hombro.
Teresa: Lo siento, no pudimos detenerlos.
Iosef: Eran lo único que me quedaba… mi sobrino… (se lleva una mano a los ojos).
Teresa: Usted consiguió volver, ¿no es cierto? Consiguió sobrevivir a ese campo al que le enviaron.
Iosef no contesta.
Teresa: No hay que perder la esperanza, si usted volvió, ellos también podrían volver, ¿no es así?
Iosef: Supongo que sí… pero casi prefiero que no sea así. A veces creo que estaría mejor muerto, a tener que rememorar cada día las horribles cosas que viví en ese sitio.
Teresa busca en un cajón cerca y encuentra una foto de la familia de Iosef. Se la entrega.
Teresa: Tenga fe, buen hombre. Pues tal vez algún día volvamos a verlos.
FIN
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