Descripción: Guión corto navideño. Gerardo no tiene dinero para comprar los regalos de sus hijos, pero una inesperada ayuda salvará la Navidad de su familia.
Personajes: Gerardo, Carmen, Luisito, Ángela, Don Evaristo, hombre vestido de Santa
PRIMER ACTO
Gerardo se encuentra en la oficina, a punto de marcharse. Tímidamente se acerca al escritorio de don Evaristo, su jefe, quien está haciendo unas cuentas y refunfuñando.
Don Evaristo: ¿Se le ofrece algo, Gerardo?
Gerardo: Me da mucha pena con usted, don Evaristo. Pero tengo que pedirle un adelanto.
Don Evaristo: ¿Qué pasó con el adelanto que le di el mes pasado?
Gerardo: Lo usé para pagar el tratamiento de mi mujer, usted sabe que está muy enferma. Mañana es Nochebuena y luego Navidad, y necesito comprar regalos para mis hijos.
Don Evaristo: Pero usted también sabe que el dinero no crece el los árboles, ¿no? ¡No puedo estar resolviéndole la vida a cada minuto!
Gerardo: Ya lo sé y por eso le prometo trabajar horas extras, incluso en Año Nuevo si quiere.
Don Evaristo: No tengo tiempo para esto, Gerardo. Retírese de una buena vez y déjeme tranquilo.
Gerardo se marcha de escena, muy abatido.
SEGUNDO ACTO
En la calle, Gerardo le echa un vistazo a su billetera y solo encuentra un par de monedas.
Gerardo: ¿Y ahora qué voy a hacer? Sin ese dinero, no podré darle a mi familia la Navidad que se merece. No podría soportarlo.
Suspira y se guarda la cartera.
Gerardo: Que duro es don Evaristo, pero supongo que tiene razón, nadie puede resolverme la vida.
Pasa al lado de un hombre vestido de Santa con una campana, que está recolectando dinero para los niños pobres y pone una moneda en su taza.
Hombre: Muchas gracias, señor. Que Dios se lo pague.
Gerardo: Que al menos esos niños tengan una mejor Navidad que yo.
Hombre: ¿Por qué esa cara larga, amigo? No sé que problemas tenga, pero le aseguro que los malos tiempos no duran para siempre. Vaya a casa y dele un beso a su familia, ¡hoy Dios nos bendice a todos!
TERCER ACTO
Gerardo entra en su casa desanimado y enseguida es recibido por Carmen, su esposa.
Carmen: ¿Dónde te habías metido? Estábamos preocupados por ti.
Gerardo: Carmen, lo siento… hay algo que tengo que decirte…
Carmen: Tu jefe vino esta tarde a dejarte tu aguinaldo. Dijo que se te había olvidado al salir de la oficina.
Gerardo: ¿Cómo dices?
Carmen: También trajo unos regalos para los niños y una cena deliciosa que prepararon en un restaurante. Dijo que no iba a poder disfrutar de ella en su casa, porque tenía que salir de viaje urgentemente. Lo invité a quedarse, pero no podía.
Gerardo: Imposible.
Carmen: Además, también me dejó algunas medicinas. Me siento mucho mejor, ¿sabes?
Salen Luisito y Ángela, los niños de Gerardo, con juguetes en las manos.
Luisito: ¡Papá, mira el camión que me regaló don Evaristo!
Ángela: A mí me trajo esta muñeca.
Gerardo: Dios mío y yo que siempre que pensé que ese hombre tenía el corazón se piedra.
La familia se sienta en el sofá.
Gerardo: Creo que fuimos afortunados de tener a un ángel silencioso. Dios bendiga a don Evaristo y a todos.
FIN
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