Esto me pasó cuando iba en secundaria, siempre me quedaba en la escuela hasta las siete de la noche más o menos, y a esa hora empieza a estar muy oscuro. Esta escuela se usó como refugio para personas que se quedaron sin hogar en el terremoto de 1985 y también solía ser un internado para niñas.
Siempre que salía de la escuela, tenía que pasar por el laboratorio de química, donde ya se llevaba contando muchas veces que, como se dice aquí en México: “espantan”. Ya que los maestros aseguraban que cuando que estaban cerrando el salón, escuchaban que una niña les llamaba por su nombre, como en un susurro, lo cual era raro pues que a esa hora ya no había alumnos en el lugar.
Una vez que salí un poco más tarde, pase por ahí, y de repente oí también mi nombre, lo cual me alteró mucho. Justo en ese momento había empezado a hacer frío, pero un frio que solo se sentía en la piel, no en la ropa, pues eran los primeros días de Junio y generalmente hacia calor. Yo por el susto empece a correr hacia la puerta, y lo peor que hice fue voltear; lo que vi solo hizo que se me helara la sangre. Era la silueta de una niña que pasaba corriendo desde un lado (donde se encontraban muchas plantas), a una pared, como si la estuviera atravesado. Cuando salí, me sentí pesado, tenía sudor frío y bastantes nauseas, desde entonces empece a salir mas temprano para evitar tal experiencia.

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