Esta historia tiene lugar a fines de diciembre, antes de que mi familia y yo saliéramos de vacaciones por Navidad. Mi hermana había estado saliendo con su novio durante tres años. Ella me dijo que en octavo grado él la «acosó». Pero no realmente. Solo se quedaba mirándola fijamente en los pasillos y preguntaba sobre su horario. Lo conocí aproximadamente una semana después de que ella me contara esta historia. Parecía agradable en ese momento.
Hablamos y jugamos durante aproximadamente una hora y nos reímos un poco. No le encontré nada desagradable. Parecía ser un buen chico en general. Sin embargo, eso fue hace tres años. En estos últimos años se ha estado volviendo más raro y más obsesivo.
Constantemente llamaba a mi hermana para preguntarle qué estaba haciendo y llenaba su diversión con cientos de mensajes de texto cuando no respondía de inmediato. Habían tenido múltiples rupturas y discusiones en estos años. Hace apenas unos días, la amiga de mi hermana vino a nosotros histérica, afirmando que él la había amenazado con matarla. También había amenazado a mi hermana.
Además, nos advirtió que probablemente había intervenido su auto y su teléfono, con tal de rastrearla. Esto lo confirmé cuando logró localizarnos mientras estábamos un fin de semana con mis abuelos.
Todo cambió dos días antes de nuestras vacaciones. Soy una de esas personas que se despiertan muy tarde por la noche. Eran alrededor de las 12:00 pm de un sábado, cuando escuché un débil chillido.
Era la puerta de nuestro garaje abriéndose. Supuse que era mi hermana que llegaba tarde a casa.
Oí pasos suaves y suaves subiendo las escaleras de madera y luego un gruñido superficial. No era mi hermana.
Aterrado, me acerque a la puerta y la abrí lo suficiente, solo para ver la figura de un desconocido parado en el umbral del pasillo. Traía un bate de béisbol en la mano. Grité y el intruso echó a correr escaleras abajo. Cuando mi padre salió al escuchar el alboroto, me advirtió que me encerrara en mi habitación y yo me metí dentro del clóset, apenas escuchando como papá gritaba en el piso inferior, seguido del ruido de la puerta azotándose.
Al parecer el tipo había logrado escapar.
Horas más tarde encontré a mi papá hablando con mi mamá en el pasillo. Me dijo que la puerta del garaje había sido forzada con algún tipo de herramienta oxidada o palanca. El intruso había dejado una nota en la habitación de mi hermana diciendo que no sabía dónde estaba ella y que la extrañaba. Supe de inmediato que era su novio. Lo que más me molestó fue cuando miré mi teléfono, tenía un mensaje nuevo. Había escrito un mensaje a un número desconocido.
El único problema, fue que no había enviado mensajes de texto a nadie la noche anterior. Me habían respondido.
«Feliz Navidad, (inserte mi nombre aquí)».
Hay un problema: no he enviado un mensaje a nadie con este número en mi vida. Y mi teléfono … estaba en mi habitación anoche.
megusto mucho
No me gusto nada….no es de terror es para bebes mas bien…