Todo lo bueno llega a su fin, las hospitalidad de quienes me recibieron se consumió en el fuego, hordas de mutantes atacaron el asentamiento, solo yo pude salir con vida porque mimí me ayudo a escapar, fue una pena no poder rescatarla, pero continuo mi camino a la fortaleza roja.
Sabia que este tipo de cosas pasarían cuando comencé mi viaje, pero no deja de ser duro, ver como mi familia murió, como mis amigos también lo hicieron, y todo el que me acompañe termina con un destino atroz.
Seguí en mi Harley sin novedad hasta que la noche arropo el cielo, pero el ambiente se encontraba muy pesado, algo pasaría me supuse, algo malo.
No tuve que esperar tanto, a solo unos kilómetros grandes hogueras se hicieron sentir, lo mas probable es que algún grupo de mutantes se encuentren celebrando alguna cacería, es difícil entender como estas criaturas humanas se han dedicado al canibalismo y la tortura.
Prometí no involucrarme jamas en ningún problema, pero era evidente que muchas personas serian la cena de esas bestias, simplemente no me agradaba la idea, ademas de odiar a esas criaturas con todas mis fuerzas.
Me acerque a pie al campamento, como lo sospeche, muchos se encontraban encadenados, varios cuerpos yacían desmembrados en el suelo, mujeres degolladas; costumbre de estos asesinos después de violarlas en grupo. Quedaban muy poco sobrevivientes.
Como pude me acerque detrás de unas rocas para intentar liberarlos, una mujer y dos hombres.
— ¡Por favor ayúdanos! — Dijo la chica.
— ¡Silencio Curley!, te pueden escuchar esos mal nacidos — Dijo el chico con una cicatriz en la cara.
— Haré lo que pueda chicos, no se preocupen — Trato samanta de calmarlos.
Pude desatarlos pero no fueron lo suficientemente silenciosos como para pasar desapercibidos.
— ¡Intentan escapar, atrapenlos, voy a bañarme en su sangre cucarachas! — Dijo uno de los mutantes alertando al resto.
Soy buena luchando pero no en este tipo de condiciones cuando tengo a oros tres como una carga, por eso no me gusta viajar acompañada, pero me ofrecí a ayudarlos así que debo cumplir, debo admitir que extrañaba la adrenalina correr por mis venas.
— Bob rápido trae a Curley — Dijo el chico de cabeza rapada.
— ¡Apresurense! — Golpeo a un mutante con una pala — ¡Cuidado! — Los mutantes tomaron a la chica y le arrancaron la cabeza.
— ¡Curley! ¡No! — Dijo Harold.
— Andando, ya no podemos hacer nada por ella, debemos ponernos a salvo — Dijo Samanta matando a otro mutante.
Como pude tome a los chicos y los lleve a mi motocicleta, 8 de esos mutantes nos seguían, parecía que no lo lograríamos pero mi Harley no nos decepciono.
El amanecer llego, con nuevas expectativas, no quería acompañantes ahora tengo dos chicos que parecen extremadamente indefensos, se que si los abandono perecerán en cualquier momento, tratare de dar lo mejor mi esta vez.
Cada vez me acerco mas a mi destino, la Fortaleza roja esta mas cerca, se que podre llegar, quizás estos chicos me ayuden, para que por primera vez en la vida estemos a salvo.
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