No es fácil encontrar la película de la que voy a hablarte, pero si tienes suerte, podría estar en el próximo videoclub al que vayas. Así que si sales a rentar un DVD, fíjate bien en todos los rincones. Podría estar en la sección de cualquier género, en cualquier estantería, incluso estar en las manos de otra persona.
Lo reconocerás fácilmente, pues la caja es completamente negra y tiene un título muy simple: Tú.
En cuanto lo localices, tómalo y dirígete a pagarlo como si nada. Tal vez el encargado de la tienda te lance una mirada extrañada, pero no se negará. Si acaso te hará un comentario como: «Ah… quieres ese…»
En fin, cuando vuelvas a casa debes esperar hasta la medianoche para poner el DVD. No cedas a la tentación de verlo antes, pues de todos modos, no funcionaría. Tiene que ser a las doce de la noche en punto. Entra en una habitación muy oscura y silenciosa, sin luz ni estímulos que puedan distraerte. Solo deberías ser capaz de escuchar los latidos de tu corazón.
También es necesario que te encuentres solo. No querrás que nadie más vea los misterios de tu vida que solo tú debes conocer.
Es hora de poner el DVD en reproducción. Esta película contiene todos los eventos de tu pasado, de tu presente y también los que van a ocurrir en tu futuro, así que tú solo sabrás hasta donde debes o quieres ver. Piénsalo muy bien si vas a mirar los acontecimientos que aun no han ocurrido.
Te sentirás asombrado cuando te veas a ti mismo, naciendo y creciendo hasta dejar de ser un bebé para pasar por los principales recuerdos de tu infancia. Sentirás nostalgia o vergüenza al llegar hasta los días de tu adolescencia. Y si has crecido lo suficiente, es probable que te sientas impresionado, orgulloso o deprimido al ver el joven en que te has convertido, ese que tiene que empezar a aprender adulto y adquirir más responsabilidades.
Te recomiendo que dejes de ver hasta allí. Saca el DVD del reproductor y colócalo en el piso de tu armario. Ciérralo sin volver a mirar y márchate. A la mañana siguiente, te darás cuenta de que se ha ido sin dejar rastro.
Muy pocos quieren ver en realidad su futuro. Pero si tú insistes, solo tendrás que dejar que la película siga reproduciéndose.
Intenta no gritar cuando llegues a la parte en donde mueres. No mires atrás ni a los lados cuando veas como algo sale del armario, y te arrastra al interior desgarrando tus entrañas. No se te ocurra parpadear al ver como eres descuartizado, ni la carnicería dejada frente al televisor con el DVD desparramado en el piso, junto a las extremidades arrancadas de tu cuerpo.
En ese instante, la película habrá finalizado y serás libre de marcharte a dormir. Si es que aun puedes dormir.
Ah, una última recomendación. No vayas a gritar cuando sientas la cálida respiración del monstruo acariciando los cabellos de tu nuca. Podrías enfurecerlo.
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