Artemisa; hija del poderoso Dios Zeus y la titánide Leto, hermana gemela del Dios Apolo, conocida como la mejor cazadora de la tierra, una de las mejores arqueras ya que este título lo compartía con su hermano. Diosa de la naturaleza, la caza, protectora de los niños, todos la conocían como una fiera guerrera adorada por las amazonas.
Pero nadie conoció a Artemisa tanto como lo hizo Orión, el único ser en la tierra que llego a amar, hijo de Poseidón; tenía la habilidad de caminar sobre las aguas, lo que le permitió llegar hasta la isla de creta, lugar preferido por la diosa para cazar.
Durante un largo tiempo Artemisa había observado desde la distancia al singular hombre, era un gigante, uno muy apuesto pensó ella, sacudió sus pensamientos rápidamente ya que aborrecía a los hombres, como su hermana Atenea ella permanecería pura por la eternidad.
Orión era un excelente cazador, rápidamente se hizo con las mejores presas, sin duda se enorgullecía de su habilidad, una vez regresando al rio para lavar sus presas se encontró con la mujer más hermosa que habían visto sus ojos, Artemisa tomaba un baño bajo la mirada sedienta del gigante; pero no dijo nada solo observo.
Artemisa se percató de que era observada, tomo su arco y flechas y comenzó a perseguir al intruso, la persecución duro horas, hábilmente Orión esquivaba las flechas, Artemisa odiaba fallar, pero en el fondo le resultaba divertido.
Durante días los encuentros entre estos dos se repitieron, luego pasaron a un desafío mayor, como atrapar al jabalí más grande o quien cazara al ciervo más veloz, con el tiempo su amistad creció.
Orión se sentía sumamente atraído por la hermosa diosa, antes había escuchado que como castigo a los hombres que observaban a una amazona les eran arrancados los ojos, tuvo la suerte de no perder los suyos ya que no podría observar a el monumento de mujer que era Artemisa.
Rápidamente el rumor llego a oídos de Apolo, hermano gemelo de Artemisa quien se había proclamado el protector de la castidad de su hermana, no le parecía correcto que esta rompiera su juramento por ese hombre.
Artemisa estaba enamorada de Orión, quien le había jurado amarla hasta la eternidad en el mismo lugar donde se conocieron, sellando el juramento con un beso.
Apolo llego a la isla de creta con malas intenciones, busco a su hermana y la invito a cazar, ella nunca negaría una competencia contra su hermano.
Apolo le propuso un nuevo reto, dispararle a un ciervo a varios kilómetros en el bosque, no podría divisar la presa, pero por lo menos ella sabía que podría lograrlo. Su hermano le indico el objetivo.
Se preparó, apunto y disparo, había dado en el blanco, juntos se acercaron para recoger el botín pero para la sorpresa de Artemisa, Orión era el blanco.
Intento ayudar al amor de su vida pero fue en vano, su Madre Leto llego para consolarla pero de nada sirvió.
Leto pidió a Zeus ayudara a su hija, quien conmovido por el dolor de Artemisa tomo el cuerpo de Orión y lo elevo a los cielos, convirtiéndolo en la constelación Orión; quien siempre velaría por Artemisa y está siempre podría verlo todas las noches.
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