A mí siempre me dio miedo el ver debajo de mi cama, por esa razón hoy en día estoy muerto.
Todos los días sin falta, le decía a mi papá que revisara debajo de mi cama por si acaso, y cuando dormía siempre dejaba la luz prendida hasta ese día.
Llegó mi cumpleaños y yo estaba entusiasmado pues claro, me iban a comprar mi primer celular. Llegamos a casa como a las 9:30 pm y descargué muchos juegos; por desgracia me quede dormido y el teléfono se cayó. Unas horas después lo busqué y vi que estaba bajo la cama, metí la mano y algo me arrastró hacia un hoyo. En la mañana mis padres no me encontraron.
Así que ahora ya lo saben, nunca metan la mano bajo la cama porque habría consecuencias.
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