Esto sucedió en Medellín, Colombia, en el año 2011. Es la historia de dos jovenes universitarios: yo, Eddy y ella, Atena. Siendo un joven tímido e inmaduro, me vi sorprendido por el coqueteo de esa bella chica de voz tierna.
Atena, muy interesada publicaba en mi muro de Facebook preguntas y frases que me intimidaron, al igual que en clase me hacía miradas y comentarios que llegaban a conversaciones de interés romántico. Atena me conquistó y yo fui lento. En una ocasión me pregunto si a mi me importaba lo que pensaban mis compañeras de mí, yo le dije que no me importaba si me estimaban o no. Ella me respondió: —A mí sí me importa.
Yo me quedé mudo, sin saber que decirle, Atena era una chica que no me sostenía la mirada por más de cuatro segundos. Una vez llevó una cámara, era viernes, íbamos a salir a vacaciones. Estaba distraído cuando vi una luz que llegó hacia donde estaba con unos compañeros de clase. Miré hacia adelante, donde estaba Atena y no vi nada. Luego la luz volvió, miré de nuevo y vi la cámara de Atena, dándome cuenta que era el flash. Me tomó fotos. Yo me preguntaba para que lo hacía; la última vez que nos vimos yo hable para todo el salón y recibí aplausos, ella me miro y me sonrió, yo lo tome como signo de que nuestra amistad estaba bien.
Yo me retiré de la universidad sin despedirme de Atena, seguí mi vida y al mes, Atena me elimino del Facebook. Al tiempo supe que ella se había casado, cosa que tomé como lo más normal. Como dicen por ahí, lo que tú no diste otro lo dará.
Continué con mi vida, conocí a mi actual pareja. De Atena ya ni me acordaba.
Hasta que una noche de Semana Santa en Medellin, la vi con su pareja. Fue cuestión de unos segundos y al vernos nos reconocimos. Atena inmediatamente se escondió detrás de su pareja, yo quede sorprendido con su reacción, pues ya habían pasado varios años y ella se había casado. Y hasta donde recuerdo, nuestra amistad terminó bien. Me quedé con dudas y dejé que pasara el tiempo. Busqué su perfil y la foto de decía: OJALA EL HOMBRE DESAPAREZCA DEL PLANETA TIERRA.
No sé si ese mensaje era para mí, pues ya había pasado un buen tiempo. Busqué uno de los comentarios que ella me dejaba y le di «Me gusta», a los días entre a revisar que pasaba y me di cuenta que ella había eliminado su cuenta de Facebook. La busqué y por ningún lado la encontré, pensé que había creado otra cuenta pero no la pude hallar, ni siquiera entre nuestros amigos en común.
No podía creer que hubiera eliminado su cuenta solo porque yo traté de contactarla, cuando la tenia hacia años. Me quedé frio, tenía ganas de saber que era lo que pasaba.
Resulta que a pesar de lo sucedido, yo seguí mi vida normalmente, decidí dejarla en paz, pensé que era lo mejor. Solo deseaba que ella fuera feliz y creí que alejándome lo conseguiría.
Pero no fue así.
Yo creo que es el destino, resulta que hace unos meses me la volví a encontrar en el centro de la ciudad. Fue extraño porque yo venia caminando rápido y cuando miré hacia la derecha, había una pared. Caminé un poco mas sin dejar de mirar en esa dirección, fue algo raro pero después salí a un espacio abierto ¡y sorpresa! La vi, era Atena, no podía ser ser otra. De nuevo me la volvía a encontrar. Me sorprendí porque el centro es muy grande, y coincidir a la misma hora, en el mismo lugar y de esa forma. era algo extraño.
Ella estaba mirando tenis con un chico que no era su esposo, yo lo observé y era lo muy parecido a mí, trigueño y delgado, pero más alto. Ella no me vio, pero la señora que estaba con ellos sí y al mirarme la señora, yo salí de ese lugar.
Pasó un mes desde ese encuentro, cuando algo extraño me empezó a suceder. Entro en mi mente Atena y todo el día pensaba en ella, se convirtió en una obsesión.
La busqué por Instagram y la encontré, empecé a visitar su perfil a diario, me grabe de memoria sus seguidores y seguidos, todo se me estaba saliendo de las manos. Le envié una solicitud para seguirla y al día siguiente ella empezó a seguir a varias personas, yo lo tomé como una burla de su parte, pues sabia que no había seguido a nadie en días y no lo volvió a hacer desde que cancelé la solicitud.
He estado soñando con ella, esto me empieza a asustar. Con el fin de detener todo esto, he comenzado a orar. Cada vez que lo hago, los síntomas de mi obsesión disminuyen, pero cuando dejo de hacerlo vuelven a mí.
Ahora no sé que es lo que va a pasar conmigo.
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