Brujas, la capital de Bruselas, se conoce por ser una de las ciudades más hermosas y antiguas del mundo, con sus imponentes edificios y sus rincones llenos de historia. Es en este sitio donde se puede encontrar un manto acuífero conocido el «El lago del amor», que desde siempre ha sido muy frecuentado por parejas de todas las edades.
¿Pero por qué se llama de esta manera? Todo se remonta a una antigua leyenda que afirma que en otro tiempo, hubo dos enamorados que se amaban intensamente.
Ocurrió hace varios siglos, antes de que se construyera el puente que cruza por encima de la laguna, ofreciendo una vista preciosa de la ciudad.
En Brujas vivía una joven muy hermosa, llamada Minna, a quien todos los muchachos pretendían con insistencia. Sin embargo ella solo correspondía a uno: un joven apuesto y de buenos sentimientos, que lamentablemente era muy pobre.
Minna, siendo de una clase social más alta, no se dejaba llevar por la falta de recursos de su pretendiente, sino por el amor que él le profesaba. Juntos habían prometido que un día, iban a casarse y a prosperar para formar una familia.
Por desgracia el destino les tenía preparado algo muy diferente.
El padre de Minna era un hombre sumamente celoso y muy prejuicioso. Para él, ninguno de los jóvenes que aspiraban a casarse con su hija era lo suficientemente bueno. Por eso resolvió que la casaría con uno de sus viejos socios, quien a pesar de ser demasiado mayor para ella, tenía mucho dinero.
Al enterarse de la noticia, Minna se negó rotundamente al matrimonio y su padre la amenazó para que cambiara de actitud.
La chica decidió que entonces se fugaría de casa, con tal de que no la separaran de su amado. En medio de la noche se escapó por su balcón y fue a esconderse al lago Minnewater, con miedo de que su padre saliera a buscarla.
Nadie pudo prevenirla de la fuerte tormenta que se desató, elevando las aguas de la laguna y provocando que resbalara de la orilla, para ser arrastrada por la corriente. Minna murió en las profundidades del agua.
A la mañana siguiente, toda Brujas fue alertada de su desaparición. Tanto su padre como su enamorado se volvieron locos de angustia, buscándola.
De alguna manera su pretendiente logró descubrir lo que había ocurrido, y se dirigió al lago para llorarla. Fue tan honda su tristeza, que las aguas se separaron permitiéndole recuperar el cuerpo de su amada.
Él tomó a Minna en sus brazos para despedirse y la enterró debajo del lago, que a partir de entonces sería conocido como «El lago del amor».
Desde entonces, son muchas las personas que han acudido ahí para pedir por su felicidad en el amor. A veces son parejitas, que esperan poder ser muy dichosas. Otras, gente soltera que tiene la esperanza de encontrar a su alma gemela.
Se dice que el espíritu de Minna sigue ahí, velando para que otros tengan lo que ella nunca pudo.
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