Descripción: El murciélago, harto de ser tan gris y sin plumas, decide pedir ayuda a las aves para ser más hermoso. Pero su vanidad será su perdición.
Personajes: Murciélago, Colibrí, Cardenal, Pavo Real, Azulejo, Creador, Narrador
PRIMER ACTO
Se abre el escenario mostrando a varios animales que se divierten en medio de la selva. El narrador, fuera de escena, comienza a contar una historia.
Narrador: Hace mucho tiempo, todas las aves del mundo habitaban en lo más profundo de una jungla, cantando y volando para exhibir sus mejores atributos. Algunos, como el cardenal, poseían una voz exquisita. Otros, como el Pavo Real, tenían una belleza impresionante gracias a su plumaje.
El Pavo Real se pasea por el centro del escenario exhibiendo las magníficas plumas de su vestuario.
Narrador: Pero entre ellos se encontraba el murciélago, quien avergonzado por su apariencia gris y desprovista de plumas, decidió dirigirse al Creador para dejar de sentirse tan humillado.
El murciélago, muy apenado, se dirige a un hombre que entra por el lado derecho del escenario, vestido con una túnica azteca.
Murciélago: ¡Oh, gran Creador! Siento mucha vergüenza de mi cuerpo lampiño y gris, ¿por qué no tengo plumas de colores como las demás aves? Quiero tener plumas yo también.
Creador: Todas se me acabaron cuando estaba creando a los pájaros. Pero le diré a cada uno de ellos que te regale una pluma, para que no te sientas tan mal.
Narrador: Y así fue.
SEGUNDO ACTO
Narrador: Cuando los pájaros fueron congregados por el Creador para ayudar al murciélago, cada uno de ellos le obsequió una pluma de todo corazón.
Azulejo: Toma, te doy una de mis plumas azules como el cielo.
Murciélago: ¡Muchas gracias!
Colibrí: Yo soy muy pequeñito, pero aún así puedes tener una de mis plumas de color verde jade.
Murciélago: Te lo agardezco mucho.
Cardenal: Toma, te doy una pluma roja como la sangre, para que destaque entre todas esas de colores fríos.
Murciélago: Mil gracias.
Pavo Real: Bueno, yo también te voy a dar una pluma larga y brillante, cuídala bien, que tiene muchos colores.
Murciélago: ¡Es hermosa! Gracias, gracias.
Narrador: Y así, el murciélago logró obtener una colección inmensa de plumas, con las que se hizo un ostentoso traje.
TERCER ACTO
Narrador: Sin embargo, poco duró su humilde actitud ante sus compañeros. Viéndose tan hermoso y elegante, el murciélago comenzó a menospreciarlos y humillarlos.
El murciélago se pasea por el escenario llevando una linda túnica llena de plumas de colores.
Murciélago: ¡Mírenme todos, soy el ave más bella que haya existido!
Cardenal: Vaya, sí que se le subieron los humos.
Murciélago: ¡Que suerte tienen de poder mirar a un ser tan perfecto como yo! Ninguna de ustedes me llega a la suela del zapato.
En ese momento, el Creador aparece.
Creador: Que tristeza, creí que apreciarías más la ayuda de tus amigos pero veo que la vanidad te ha perdido por completo. Por eso, yo te condeno a seguir siendo gris y sin plumas, para que aprendas que la verdadera belleza está en el corazón.
El murciélago deja caer su túnica y huye.
Narrador: Y por eso, hasta hoy, el murciélago es tan gris y tan feo, y solo sale de noche, avergonzado de dejarse llevar por su necia vanidad.
FIN
¡Hermosa obra! Felicidades