En épocas de navidad pasarla en familia es la mejor experiencia que puedes vivir en todo el año. Tener a todos tus seres queridos compartiendo de ese momento tan especial en noche buena es uno de los placeres de la vida. Juan era un niño de 12 años el cual vivía sólo con su padre, su familia estaba muy lejos y las navidades sólo la pasaban con él.
Sin embargo ambos contaban con un montón de vecinos amistosos, que en las épocas del año como navidad se juntaban para pasarlo de lo mejor. Aprovechando la época de Halloween quisieron adornar mucho antes junto a los vecinos todo el barrio, pues era demasiado grande y había mucho pasto alrededor.
La gran idea que tuvieron fue cortarlo y hacer un lindo camino que guiara a quien pasara cerca a un lindo barrio, aunque en Halloween esto lucía bastante extraño. Pero sólo quedaba un mes, las navidades son más importantes y por ello, Juan y su padre llamado Lázaro se han puesto manos a la obra junto a otra decena de vecinos a deshacerse de la hierba.
Hace ya un par de años que venían haciendo esto, así que sabían que tomarían mucho tiempo, un par de días, pero eran largos cuando se trataba de trabajar de este modo. Pero para que el tiempo pasará más que rápido entre los vecinos todos hicieron actividades deportivas, hervidos y demás hobbies que los divirtieron durante esas 48 horas que a la final resultaron siendo 72, porque el entretenimiento les atrasó el trabajo.
Pero valió la pena, al menos hasta la última noche donde pensó que ya habían acabado con todo, era la noche de brujas y quedaba aún una hectárea de pasto por cortar. Cuando se acercaron el niño y su padre a este montón de hierba se dieron cuenta de algo que les puso los pelos de punta. En medio de tanto arbusto, plantas y hierba se escuchaban gritos de un bebé, ambos se preguntaron ¿Pero que hace un infante allí?
Sin esperar mucho trataron de apartar todo lo que se les ponían enfrente para llegar al pequeño. Ahí estaba, desnudo envuelto en una manta azul manchada con sangre. Ambos se alarmaron porque pensaba que estaba herido, por ello Lázaro lo tomó en sus brazos y miró su rostro para verlo. Pero es aquí donde se ha llevado la sorpresa más grande.
El niño ya no parecía un niño y paró de llorar apenas clavó la mirada atormentante en el hombre. Era como la mirada de un adulto, con arrugas y una apariencia siniestra. Parecía que su cara se iba deformando conforme le miraba, el niño pudo notar la apariencia de terror que tenía el hombre y le miró fijamente llevando sus manos a la boca.
Mientras se jalaba el mentón saco su lengua larga para intentar sujetar la mano del hombre con ella. Pero este pudo ser rápido y tiro aquella cosa extraña en el suelo, dando pasos hacia atrás mientras sujetaba a su hijo para que empezara a correr, pero nuevos llanos de un bebé lo aterrorizaron más, porque pensó que era una ilusión de su cerebro cuando lo agarró.
Sin embargo, su hijo Juan le recordó que en realidad era un monstruo lo que estaba allí, incitó a que le dejara allí y regresaran a casa. Mientras se daban la vuelta este bebe salió de su manta y empezó a perseguirlos a toda velocidad, como si de un pequeño duende se tratase. Por fortuna ambos corrían mucho más rápido y lograron llegar a casa sanos y salvos, perdiendo el rastro de aquel horripilante monstruo.
Sus vecinos se percataron de la situación, y corrieron a su casa para ver que les había sucedido. Ambos no pudieron hablar sobre lo que les había sucedido. Lo cierto es que los vecinos si tenían idea de lo que vivieron minutos atrás. Marta que era la más antigua de la vecinidad les confirmó que mientras corrían tenían un hombre vestido de negro y piel blanca corriendo hacia ellos, mientras Marta le miraba el giro la cabeza con una sonrisa malévola, al mismo tiempo que se desintegraba en la neblina de aquella noche de brujas.
-Parece que Lázaro y Juan han tenido su primer encuentro con el demonio dijo Jesús, un vecino antiguo.
-¿Primer encuentro? Replicó Lázaro
La historia es muy triste, donde ustedes intentaron cortar el pasto había una pequeña casa, en ella vivía una pareja que se maltrataba verbalmente, el esposo trataba muy mal a su mujer mientras estaba embarazada, incluso llegó a maldecirla justo antes de dar a luz. Cuando la mujer dio a luz, ella murió y el bebé permaneció con vida sólo unas horas, pues el hombre lo asesinó apenas tuvo la oportunidad de cargarlo en sus brazos.
Se dice que ese 31 de Octubre fue un sacrificio no por parte de las brujas, sino por un demonio que asechaba a la familia desde hace mucho. Después que tomó los sacrificios de estas almas al parecer no se ha conformado con ello y ronda por el barrio, intentando alimentarse del miedo de cualquiera de nosotros, pero cada uno ya está protegido, pues la mejor arma del vecindario es el valor y la fe.
Desde ese entonces Juan y Lázaro comprendieron que tuvieron un encuentro cercano con el demonio, un caso que sucedió en la vida real. Para lidiar con ciertas apariciones ellos intentaban bañarse con agua bendita todos los días, poner dientes de ajo en la puerta junto herraduras de caballo. Estas cosas hacían hacerles mantener la fe a pesar de las cosas que seguían escuchando luego de este encuentro.
Lo peor de todo fue enterarse de que cualquier persona o familia que intentara abandonar la residencia e irse, el niño diablo tomaría su alma y acabaría con la vida de él o ellos sin importar el lugar a donde se vayan. Están atrapados en un círculo que nadie ha podido romper desde hace décadas, todo por proteger la vida de los suyos y sus hijos, los cuales al crecer deben permanecer en su casa natal.
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