Descripción: Un pastor muy mentiroso gusta de jugar bromas al resto de los aldeanos. Sin embargo, pronto aprendera que más vale decir la verdad a tiempo.
Personajes: Pastorcito, Ovejas, Lobo, Aldeanos
PRIMER ACTO
Un pastorcito se encuentra en el campo atendiendo a sus ovejas. De pronto, se acuesta a descansar al lado de una roca.
Pastorcito: ¡Qué aburrido me siento hoy! Algo debo hacer para pasar el rato, no hay nada que hacer más que cuidar ovejas y eso sí que no me gusta, no señor.
El chico se lleva una mano a la barbilla, pensativo.
Pastorcito: ¡Ya sé! (Sonriendo) Nada mejor para matar el tiempo que gastarle una broma al resto de los aldeanos. Ya verán esos tontos, ja ja ja ja ja.
El pastorcito se pone de pie y rodeando su boca con las manos, empieza a gritar asustado.
Pastorcito: ¡El lobo! ¡Qué viene el lobo! ¡Auxilio, por favor!
En el escenario aparece un grupo de aldeanos armados con antorchas, palos y machetes, que empiezan a buscar por todas partes.
Aldeanos: ¿Dónde? ¿Dónde está el lobo?
El pastorcito comienza a reír.
Pastorcito: Ja ja ja ja, ¡tontos! No hay ningún lobo. Todo era una broma mía. ¡De qué manera tan astuta los he engañado! Ja ja ja ja ja.
Los aldeanos miran al pastorcillo enojados y se machan murmurando cosas en su contra.
SEGUNDO ACTO
El pastorcito vuelve a aparecer en escena, vigilando a sus ovejas y jugando aburrido en el suelo.
Pastorcito: ¡Ya sé lo que voy a hacer de nuevo! A ver si esos torpes aldeanos vuelven a caer en mi broma.
Se para y se pone a gritar al igual que la vez anterior.
Pastorcito: ¡El lobo! ¡Que viene el lobo! ¡Ahora sí va a comerme! ¡Auxilio, auxilio!
Los aldeanos llegan corriendo de nuevo, armados hasta los dientes. El chico se vuelve a reír de ellos.
Pastorcito: ¡Pero qué tontos! ¡Han caído en el mismo truco dos veces!
Aldeano: ¡Esto no es un juego, ingrato! Ni pienses que te vamos a seguir soportando. La próxima vez que grites, nadie vendrá por qué eres un mentiroso. Estás solo a partir de ahora.
Los aldeanos se marchan enojados.
TERCER ACTO
El pastorcito está de nuevo aburrido mientras ve a sus ovejas. Sonríe con maldad y se pone de pie para gritar.
Pastorcito: ¡El lobo, que viene el lobo!
Un lobo enorme entra en el escenario detrás de él.
Lobo: ¡Y aquí está!
El pastorcito se da la vuelta con sorpresa y al verlo, se pone aterrorizado.
Pastorcito: ¡Por Dios! ¡Es el lobo, es el lobo de verdad!
El lobo comienza a perseguirlo por todo el escenario, mientras él continúa gritando con desesperación.
Pastorcito: ¡Auxilio! ¡Auxilio, por favor! ¡Esta vez es verdad! ¡Ya no mentiré, lo juro!
Nadie acude al llamado del chico. El lobo lo alcanza y lo tumba en el suelo.
Lobo: Demasiado tarde. Este es el castigo que reciben todos los mentirosos, ¿a qué ya no te parece tan divertido como antes?
El telón se cierra.
FIN
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