Daniel estaba muy cerca de llegar al desolado pueblo en el que vivía, el camino era un desastre y para colmo quedaba pasando el bosque en el cual se decía que habitaba un psicópata que sabia esconder las pruebas de sus asesinatos tan bien como nadie.
La noche le daba un toque aun más siniestro al bosque, el cual ya era de por si solo muy terrorífico, y por culpa de la neblina el joven no podía observar el camino de regreso al pueblo.
Daniel intentaba esquivar la mayoría de los baches que había en su camino, pero sin previo aviso su rueda de atrás de su auto se pincho provocando que pierda el control y se estrelle contra un árbol.
Daniel salio del auto intacto e ileso.
-Maldición- Dijo el joven al ver como había quedado su auto debido al choque.
El muchacho saco su teléfono del bolsillo para intentar llamar a alguien que lo pueda ayudar, pero cuando lo desbloqueo noto que no tenia señal.
Lo único que le quedaba hacer era caminar hasta el pueblo así podía encontrar a alguien que lo ayude.
Daniel tomo una linterna que tenia en su guantera y emprendió la caminata hacia el pueblo.
Ya pasados algunos minutos, el joven comenzó a sentir ruidos de alguien que caminaba entre los arboles, Daniel incrédulo creyó que era un animal y lo ignoro.
Al cabo de un minuto el sonido cesó haciendo que Daniel se sienta aun mas tranquilo, pero de un momento para otro el joven pudo escuchar unos ruidos que provenían de unos arbustos.
-¿Hola?- Dijo Daniel mientras alumbraba hacia donde había escuchado el sonido.
Lo único que vio el joven fue una sombra moviéndose, pero no era de algún animal, la sombra tenia una forma humana.
Al ver esto Daniel comenzó a correr lo mas rápido que pudo en dirección hacia el pueblo mientras podía escuchar unos pasos que lo seguían y eso lo atemorizo.
Cuando Daniel ya no pudo oír más los pasos de su perseguidor se detuvo a descansar, tomo una bocanadas de aire y comenzó nuevamente a correr.
Daniel estaba a punto de llegar al pueblo, incluso podía ver el cartel de la entrada, pero el joven despistado se tropezó con una rama que estaba tirada en el suelo, en ese instante desde la neblina del bosque salio una persona, Daniel lo apunto con su linterna y pudo notar que tenia una mascara echa de carne humana, la cual estaba atada a su rostro con unos alambres de púas.
Daniel se quedo atónito por lo que veía y pudo sentir como su cuerpo se entumecía del miedo.
Esa criatura se acercó hasta Daniel, lo tomó de los pies y lo arrastró hacia lo más profundo del bosque.
Nadie nunca encontró el cadáver de Daniel, lo único que pudieron encontrar de él fue su auto destruido por el choque.
Hay muchas teorías de lo que pasó con el inocente de Daniel, una más aterradora que otra, pero nunca hubieron pruebas que demuestren lo que paso con el joven ya que me asegure de esconderlas muy bien.
Wapo está genial la historia
wao jajjs una historia cliche pero igual esta super 😉
muy bueno!!
Éste cuento esta bien padre